La mujer aseguró que su hijastra está pasada de peso y que su madre “solo la alimenta con basura”, por lo que darle pastel en su cumpleaños era una mala elección. En cambio, le dio un poco de helado bajo en grasa, pero la niña terminó llorando de pena.
Una mujer ha sido duramente criticada en redes sociales luego de que preguntara si realmente había sido muy mala por no comprarle pastel de cumpleaños a su hijastra Gwen, hija de su actual esposo, Dirk, de 40 años.
Según la madrastra, que ocultó su identidad, en su hogar solo comen cosas saludables y les enseñan a sus otros dos hijos que hay que controlarse respecto a las golosinas. Sin embargo, eso no es así con la pequeña, pues ella vive con su madre, quien le enseñaría todo lo contrario.

“Gwen solo está aquí dos fines de semana al mes, y su madre tiene exactamente la actitud opuesta. Sinceramente, el tipo de sangre de esa mujer es probablemente ketchup. Del mismo modo, Gwen pesa unos 9 kilos más de lo que se supone que debe ser una niña de 6 años”, comentó en Reddit.
Esto “entristece mucho” a la mujer, así que los dos fin de semanas que visita su casa, le enseña sobre cómo alimentarse saludablemente y hacer ejercicio. Lo que, al parecer, estaría funcionando, ya que la niña ahora “siempre está buscando mejores opciones y fruta”.

Sin embargo, esta estricta dieta generó algunos problemas cuando la niña fue a celebrar su cumpleaños número 6 en casa de su papá y madrastra. Gwen quería pastel, lo que es bastante normal para celebrar este tipo de eventos, pero la mujer aseguró que ella aún está recibiendo “toda esa basura” en su casa y que no era bueno para una niña en crecimiento.
Algo decepcionada, la pequeña aceptó no tener pastel y lo intercambiaron por tomar un poco de helado bajo en grasa, “para que todavía pueda comer algo dulce”, manifestó. No obstante, esto molestó muchísimo a la mamá, quien la llamó furiosa luego de que su hija llegara a casa y le contara lo ocurrido.

“Dijo que cuando Gwen llegó a casa y preguntó por su cumpleaños con nosotros y su pastel, Gwen comenzó a llorar porque realmente quería pastel, pero no quería ‘tomar una mala decisión’. Ella me acusó de avergonzarla a ella y a su hija y de que le debo un pastel y una gran disculpa”, escribió desconcertada la madrastra.