Fernando Vela logró licenciarse en menos de 4 años gracias a su arduo trabajo estudiando. Ahora pasea orgulloso por su alma mater con su madre, a quien le debe todo.
Es natural que una madre tenga la disposición de hacer todo lo que esté a su alcance por el bienestar de sus hijos, sin embargo, no por eso deja de ser admirable. Y es que en ocasiones les toca hacer el trabajo solas y no se rinden, simplemente se reinventan para lograr que sus retoños sean felices.
Alguien afortunado con una mamá así, es el joven Fernando Vela, un joven boliviano que logró terminar su universidad con excelentes calificaciones y en menos tiempo.
Por supuesto, recibió un reconocimiento de su alma mater y en ese momento, él aprovechó para dar las gracias y hacer saber que todo lo logró gracias a su esforzada madre, Teodora Orellana. Una mujer luchadora que sacó adelante a 4 hijos, siendo Fernando el primero en obtener una licenciatura
“Vendiendo papa con huevo, caldo, picante y charque supo sacar adelante a mí y a mis hermanos. Ella es mi motivación para salir adelante”, contó sobre Teodora a Unitel.
Ese día su madre había asistido con un lindo vestido azul celeste y después, decidió darle un paseo por todo el campus universitario que él había recorrido. Durante ese día no paró de tomarse fotografías con ella, estaba muy feliz de haber alcanzado ese nivel de estudios.
Si bien él colocó de su parte al obtener grandes calificaciones, su madre era el pilar que lo alimentaba y motivaba a seguir adelante, sin importar qué tan difícil estuviera todo.
“La felicidad en mi corazón era tremenda. Al ver el rostro de mi madre me daba cuenta que estaba contenta, ya que desde que nací en mi vida todo fue ella, mi gran amiga”, escribió en redes sociales. Ahora, la vida cambiará para todos pues espera encontrar un empleo con el que pueda darle una mejor vida.
Es un ejemplo de cómo no debemos darnos por vencido ante la adversidad, aunque es duro saber que familias tienen que pasar por mucho para estos logros, ellos siguen adelante pese a su situación. Ahora Fernando es un gran licenciado, el orgullo de su madre, su hijo universitario.
