Alexa Farias, de Alagoas, Brasil, contó que mientras realizaba su formación, Dios le indicó que debía agradecer su trabajo ayudando a los necesitados. Las fotos de su obra fueron muy celebradas por redes sociales.
Muchas personas hoy en día, tienden a pensar que los logros de su vida, se deben solamente a su propio esfuerzo y dedicación. Muchas de las narrativas sociales que hoy están en boga, que hablan de superarse a uno mismo y seguir tus deseos sin importar qué, puede que les den la razón. Pero lo que no toman en cuenta es toda la suerte, así como la ayuda del ambiente que las rodea, que los llevó a conseguir el triunfo en particular que tanto anhelaban.
Por esto es que las personas más empáticas, saben reconocer la influencia de los demás en sus propios logras y las agradecen.
Así fue con la historia de Alexa Farías, una mujer de Alagoas, Brasil, quien se acaba de graduar como oficial de policía. Nadie culparía a Alexa de celebrar su propio esfuerzo: después de todo, fue ella y nadie más quien se aplicó en los entrenamientos y pruebas a las que la sometió su entrenamiento y formación.
Pero de todas maneras, ella quiso reconocer la suerte que había tenido.
La manera de hacerlo fue ocupar su primer sueldo como oficial de policía, para darle un poco de ayuda a quienes más lo necesitan. Fue así como fue retratada en un supermercado con varios carros repletos de comida y otros víveres. Sin el contexto de la publicación, uno podría creer que es una persona disfrutando de su primer sueldo, pero lo que de verdad está ocurriendo es el primer paso de un valioso acto de caridad.
Lo que hizo Alexa fue ocupar el dinero de su flamante nuevo empleo, en comprar comida para los necesitados.
Su acto de caridad fue muy celebrado en redes sociales, donde reconocieron la capacidad de Alexa para reconocer que no se trata simplemente de su propio esfuerzo lo que la llevó a triunfar en lo que deseaba. Ella misma, una persona de fe, dijo que había sido el mismo Dios quien le señaló la acción que debía llevar a cabo, cuando eventualmente terminara con su entrenamiento y formación.
Por medio de una publicación en Instagram, la mujer contó su historia. Muchos celebraron su amabilidad, recalcando que era una acción que nacía de la más pura amabilidad.
Alexa es una persona ejemplar, que nos demuestra que siempre podemos devolver y dar en caridad un poco de lo que recibimos. Si todos fuéramos un poco más como ella, quizás el mundo sería un lugar más compasiva.