“Tengan cuidado con esta estúpida tendencia de empujar caras dentro de los pasteles de cumpleaños”, dijo en redes sociales tras grave accidente. El pastel tenía unos palitos estabilizadores puestos por el cocinero.
Muchos hemos sido parte de fiestas de cumpleaños donde, luego del ‘cumpleaños feliz’, viene la tradicional “mordida” del pastel. Una que muchas veces termina en risas, enojo, llanto, o incluso graves accidentes, pues sabemos que se aventón al pastel es todo menos sutil.
Pese a que debiera ser un momento divertido, en realidad puede tener consecuencias muy aterradoras, o al menos así le ocurrió a una mujer que compartió su historia en redes sociales.
A través de una serie de fotos, la mujer mostró cómo el pastel de su cumpleaños tenía unos palos de contención que casi terminaron con uno de sus ojos cuando la aventaron al pastel.
Según se informó, el palo se metió en el rabillo del ojo de la mujer. Terminó en el hospital esa noche y, según Telediario , casi pierde el ojo. Afortunadamente, salió del hospital con el ojo intacto y con un parche para ayudar con el proceso de curación.
El usuario de Twitter @ArrobadoraW publicó que la cumpleañera es su amiga y escribió: “Tenga cuidado con esta estúpida tendencia de empujar caras dentro de los pasteles de cumpleaños, a veces los panaderos usan palos para estabilizar los pasteles”.
En las redes sociales, la gente quedó un poco traumatizada por esta historia y está viendo la tradición de “la mordida” de una manera diferente.
Un usuario de Twitter escribió: “El objetivo es tratar de dejar esos chistes atrás. Muy desafortunado”. Otro advirtió: “Cuidado, para que nadie resulte herido y las celebraciones se conviertan en tragedias”. Otro usuario dijo que tiene un “nuevo miedo desbloqueado”.
Además, otro usuario compartió la lesión que sufrió justamente por el famoso ‘mordisco’ el día de su cumpleaños. El hombre terminó con la frente ensangrentada luego de la famosa tradición. Si bien todavía le encontraba algo de humor, le pidió a todos estar atentos a los ‘palillos’ dentro de los pasteles.
No hay duda de que esta historia seguramente hará que muchos piensen dos veces sobre la tradición de “la mordida”.
