El chiquillo vendía pequeños helados con la intención de recolectar ganancias para viajar y conocer a su sobrina recién nacida. Necesitaba 11 dólares, los trabajadores le obsequiaron 18.
Cuando está dentro de nuestras posibilidades tenderle la mano a alguien, no deberíamos dudar en aportar nuestro granito de arena. Un ejemplo de ello fue la noble labor llevada a cabo por unos camioneros en Brasil, quienes al hacer una rápida parada en una gasolinera, le preguntaron a un niño por qué estaba vendiendo helados.
El pequeño confesó que necesitaba reunir al menos 60 reales (11 dólares), para así lograr comprar un pasaje y viajar a la ciudad, para visitar a su sobrina. Los camioneros no dudaron en hacer su aporte. Le regalaron 100 reales (18 dólares) y el niño no pudo aguantar la emoción; los conductores le dijeron que se quede con los helados, pero él les dice que se los queden, porque sino, su madre no creerá que logró vender todos.

Aunque se desconoce el nombre de los protagonistas, no es difícil entender que esta pequeña acción será de mucha ayuda para el niño, que podrá cumplir su objetivo de viajar y conocer a su sobrina. Al parecer se convirtió en tío a una edad bastante temprana. Acá te dejamos el video que si bien está en portugués, podemos entender un poco lo ocurrido:
Gracias a esos nobles conductores que tienen muy presente las necesidades de la gente, su trabajo que no es para nada fácil. Sus viajes por el país son demandantes, y se topan con situaciones de todo tipo y muchos de ellos se solidarizan con las personas.
