Por Catalina Maldonado
21 September, 2022

Salimos a cenar y el momento de la cuenta deja de ser un cliché: El hombre no desliza su tarjeta como “costumbre”— y las mujeres proponen pagar o dividir el total de la comida. Todo con el fin de marcar distancia.

¿Por qué las mujeres esperamos que los hombres paguen la cuenta? Creo que muchas lo vemos como un acto romántico, galante o simplemente por algo que vienen desde que somos pequeñas. Sin embargo, los tiempos son otros y tanto hombres como mujeres hemos cambiado en el terreno del “deber ser”. Ahora nosotras pagamos la cena.

Mientras el mundo avanza en igualdad entre hombre y mujeres en el terreno social, aún existe una barrera en lo económico. El varón debe ser el sustento de la familia y la mujer debe abnegarse a ser atendida y atender a otros cuando los hijos llegan, pero claro, es una realidad que me permito decir ya se mira como algo anticuado. 

Mara Parra/ Upsocl

Hoy las mujeres acceden a mejores empleos, buscan la igualdad salarial y por tanto, nos sentimos más empoderadas para grandes actos como también para acciones pequeñas, como por ejemplo, pagar la cuenta.

Eso sí, decir “yo quiero pagar” no es nada de fácil y las que lo han intentado saben de lo que hablo. Llega la cuenta y claro, el mesero se la pasa directamente al hombre quien no se hace problema en pagar, sin embargo, ahí entramos nosotras las chicas empoderadas para decir “yo te pago”. ¿Antes? Una aberración. ¿Hoy? Una solicitud incómoda pero que puede resultar.

Mara Parra/ Upsocl

Pero no solo me refiero a esto como una forma de sentirnos más empoderadas o abiertas a la igualdad en este ámbito, sino también porque pagar la cuenta a medias puede marcar una distancia entre una pareja.

Mara Parra/ Upsocl

Los pongo en contexto: sales a cenar con un chico, todo va bien pero en la misma cita te das cuenta que no hay un interés amoroso de por medio. Es en el momento de pagar la cuenta que puedes marcar la diferencia, o bien poner un límite, pues si te paga se entiende que “es una cita” (en el lenguaje anticuado), pero si pagan a medias se podría decir que no te interesa ser invitada por dicho sujeto.

Pagar nuestra propia comida puede enviar varios mensajes, y no solo que nos sentimos realizadas y empoderadas, puede también marcar una distancia, y por lo menos por mi parte, no veo nada de malo en ello. 

Mara Parra/ Upsocl

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