Por Valeria Urra
10 May, 2023

El dueño defendió su decisión, argumentando que su objetivo es crear un ambiente tranquilo para comer y que los niños revoltosos que no logran controlar sus impulsos pueden interferir en la experiencia de los demás comensales.

En California, Estados Unidos, se encuentra el restaurante Old Fisherman’s Grotto, conocido entre los lugareños por su deliciosa sopa de almejas. Sin embargo, desde hace ya un buen tiempo se ha hecho más famoso aún, pero no necesariamente por su comida.

Hablamos de su llamativa política de prohibir la entrada a niños que lloran o que hacen ruidos muy fuertes, lo que ha generado gran controversia en redes sociales y, especialmente, entre cientos de padres, quienes consideran que es una decisión “sumamente discriminatoria”.

Old Fisherman’s Grotto

Según lo que han manifestado, esto les impide disfrutar de una agradable cena en familia en un lugar que les gusta. En este sentido, se han publicado numerosos comentarios y críticas contra el restaurante, comparándolo incluso con la exclusión que viven otros grupos minoritarios, como mujeres, afroamericanos, asiáticos, entre otros.

“No coches. No sillas altas. No sillas elevadoras. Los niños que lloran o hacen ruidos fuertes son una distracción para otros comensales y, como tal, no están permitidos en el comedor”, se puede leer en diversos letreros en la entrada.

Getty Images

Sin embargo, el dueño del restaurante, Chris Shake, ha defendido esta política, argumentando que su objetivo es crear un ambiente tranquilo para comer y que los niños revoltosos que no logran controlar sus impulsos pueden interferir en la experiencia de los demás comensales.

Shake incluso se asesoró con un abogado para asegurarse de que su política no sea discriminatoria y que se ajuste a la ley. Asimismo, comentó en entrevista con Fox 11 que esta prohibición, lejos de lo que algunos piensan, ha ayudado bastante a su negocio.

California Through My Lens

“Tenemos muchas familias que cenan con nosotros con sus hijos que se portan bien y entienden nuestra política con respecto a los demás comensales. Lo que hemos encontrado en aquellos que escriben críticas negativas sobre nuestra política son aquellos que no han cenado aquí, pero se ofenden por el letrero y nuestra política”, finalizó.