“‘La Panadería’ nació a partir de un documental de History Channel, sobre cómo grandes marcas iniciaron emprendiendo su negocio desde cero y hoy son empresas multimillonarias”, contó su fundadora, Pamela Rojas.
Una de las cosas importantes y que marcan la diferencia en la cocina es poder mezclar culturas y sabores para crear nuevos productos. La creatividad en ese sentido es esencial, además del conocimiento de las distintas técnicas gastronómicas del mundo.
Con eso en mente, Pamela Rojas y Luis Esteban Mendieta, trabajaron en poder crear su propio negocio de panes caseros inspirado en los esponjosos pasteles y panes japoneses, pero con el sabor característico de su tierra natal, Costa Rica.
La pareja quiso poner un negocio para poder satisfacer las necesidades de su vecindario, que no contaba con una tienda especializada en panes. Además de eso, como ocurrió en el mundo, producto de la pandemia tenían que encontrar alguna forma de poder generar ingresos.
Según información de La República, los dos comenzaron con la idea de crear recetas tradicionales de panes, bolillos y panes de molde. Entre esas preparaciones nacieron las “Nubes”, el producto estrella de su negocio llamado “La Panadería”.
Lo curioso de esta preparación es que está inspirado en unos pasteles típicos de Japón, que tienen una textura esponjosa, suave y blanda, a la cual le agregaron ingredientes como cúrcuma y pimentó ahumado, entre otros, para hacerlo más caribeño.
Dentro de las inspiraciones, no solo está la comida japonesa, sino que también la forma de funcionar y la historia de distintas marcas estadounidenses, las cuales empezando desde abajo se transformaron en cadenas multinacionales.
“La Panadería nació a partir de un documental de History Channel, sobre cómo grandes marcas iniciaron emprendiendo su negocio desde cero y hoy son empresas multimillonarias reconocidas como Snickers, Hershey’s y Kellogg’s“, detalló Pamela.
De hecho, todo comenzó de a poco. Los dos se prepararon a través de videos de YouTube y hoy tienen una tienda que despacha sus productos por toda la capital de Costa Rica. “Quisimos cambiar un poco el concepto del tradicional pan casero, para llevarle a los amantes del pan un producto diferente y con sabores diversos“, dijo la mujer.