El maestro le quitó la comida y cuchara a una pequeña alumna y, literalmente, se llenó la boca. La niña simplemente miraba sin creer lo que ocurría y cuando éste se dio cuenta que lo descubrieron, solo pudo poner cara de sorpresa.
Probablemente, en más de alguna ocasión has tenido tanta hambre que desearías haberle quitado la comida a la persona de al lado y disfrutarla tú solo, especialmente cuando son platos que dejan una estela de olor que provoca que se te haga agua la boca.
Sin embargo, hacer algo así sería una clara falta de respeto y por más que uno lo piense, no lo haría realmente. Aún así, hubo una persona que no le importó nada y decidió quitarle el almuerzo a una niña que no tuvo cómo defenderse.
Todo ocurrió en una escuela cuando era la hora de comer en un curso de pequeños y el profesor, bastante hambriento, decidió quitarle la comida a una de sus alumnas y llenarse la boca con el delicioso alimento que algún familiar debe haber preparado. Parecía bastante sabroso.
La niña, algo incrédula de lo que ocurría, simplemente miraba estupefacta a su maestro sin hacer nada al respecto. No obstante, otra persona decidió capturar el momento con su teléfono y atrapar al “bandido de almuerzos” con las manos en la masa.
El educador incluso usó la misma cuchara de la pequeña y luego simplemente lo devolvió al plato, lo que hace aún más insólito todo el hecho. Para cuando dejó de comer, se levantó y puso una cara de sorpresa tras captar que había sido descubierto.
El clip rápidamente se hizo viral en redes sociales, donde mucha gente ha plasmado sus opiniones respecto a lo ocurrido, algunos entristecidos por lo poco que debe ganar el hombre porque ni siquiera tiene para comer, y otros molestos por quitarle la comida a la inocente niña.
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“Una persona que carece de autodisciplina y autocontrol puede ir más allá de esto sin ser detectada. Este comportamiento es inaceptable y aún así la gente aquí hace que parezca algo normal en las escuelas. No lo entiendo” y “La comida se le cae de la boca al plato de la niña y también usa su cuchara, ¿pueden enviarlo a un psiquiátrico? Esto es maldad”, comentaron algunos.