Por Teresa Donoso
1 September, 2017

Parte por ignorar las sugerencias de la caja.

La pizza es lo mejor de la vida, sin embargo, a menudo preferimos comprarla congelada para tenerla lista en caso de emergencia que tener que esperar al menos media hora (o en algunas casos una hora entera) hasta que llegue a nuestra casa. El problema es que, lo queramos o no, la pizza que viene congelada rara vez tiene la misma calidad que una que acaba de salir del horno, algo que se nota no sólo en el sabor, sino que también en la masa y la textura del queso.

Lo bueno es que existe una forma de remediar este tema que es mucho más sencillo de lo que hubieses pensado.

La idea se le ocurrió a un chico en Reddit, quien recomienda calentar el horno al máximo, poner la pizza en una sartén y “cocinarla” durante 5 a 8 minutos o hasta que la corteza se ponga crujiente y el queso burbujee.

Su teoría es que los restaurantes y locales de pizza suelen cocinarlas a una temperatura muy alta y esta técnica podría emular y producir el mismo resultado.

Además, este usuario también comparte un tip para que la pizza tenga un sabor aun más “profesional”:

“Pon aceite de oliva en la masa antes de hornearla y añade ajo fresco o en polvo por encima”.

¿Será real? Definitivamente tendremos que probarlo este fin de semana.