La mujer llegó al domicilio y le pidió al cliente que revise la propina, pues consideró que era muy poca por su trabajo. Ante la negativa, ella decidió llevarse el pedido sin explicaciones.
El debate por las propinas se vuelve a encender, esta vez con el caso de una repartidora en Estados Unidos, quien se indignó cuando revisó el dinero que le asignó un cliente por su trabajo.
A través de redes sociales, se dio a conocer los hechos que ocurrieron en Nueva York, donde una mujer llegó a entregar el pedido a la puerta de la casa de su cliente y terminó por llevarse el pedido luego de no recibir la propina que deseaba.

En el video compartido en YouTube, se puede escuchar a la mujer solicitar hablar con el cliente. En la conversación, la mujer le dice que ha viajado más de 40 minutos para entregar su pedido por lo que consideró que una propina de ocho dólares no era la adecuada.
“¿Puedo hablar contigo? Creo que no te has dado cuenta de dónde he venido, así que necesito conversar contigo”, dijo la repartidora para increpar al cliente.
Ante los argumentos de la repartidora, el cliente respondió que el negocio donde él hizo su orden está a unos 15 o 20 minutos de su domicilio en auto, dicha situación fue negada por la mujer quién le dijo que el local estaba a unos 19 kilómetros de distancia.
“Creo que no te das cuenta de qué tan lejos está”, respondió la repartidora. A lo que el hombre le respondió preguntándole por qué tomó el pedido si el lugar estaba tan lejos, pero ella respondió que la app no permite saber qué tan lejos está el lugar al que tiene que dirigirse para recoger una orden.

Fue en ese diálogo, que finalmente la chica le solicitó subir su propina: “Creo que necesita ajustar mi dinero”. Inmediatamente, el cliente le dijo: “¿Qué diablos estás buscando?”, lo que terminó por molestar a la mujer, tomando una drástica decisión.
“Voy a llevarme la comida de regreso”, respondió, mientras tomaba el pedido y se retiraba del lugar.

Por supuesto, la situación no pasó desapercibida y muchos internautas reaccionar al hecho. Por un lado, se pusieron de su lado, argumentando que merecía más propina, mientras que la gran mayoría dijo que 8 dólares “es buen dinero” y no es obligación del cliente darle dinero.
“Como conductor de DoorDash, ¡una propina de 8 dólares es buen dinero! No puedo creer que haya devuelto la comida”; “Esta mujer nunca ha trabajado por propinas. Ocho dólares es un ‘home run’”; “Los conductores conocen el kilometraje, el pago, el pedido, la dirección de entrega… todo antes de la entrega. Si lo aceptas, con propina o no, depende de ti”; “¿No son suficientes $ 8? Eso es mucho más de lo que he recibido”, fueron algunas de las reacciones.
La historia no terminó tan bien para la mujer, pues luego de conocerse el hecho, la empresa Door Dash, en la que trabaja la repartidora, decidió desvincularla de su trabajo por su actitud.