El compuesto nuevo permite que la salsa se absorba más rápido y con mayor eficiencia. Ya saben lo que eso significa: extra picor.
Las distintas variedades y clases de alimentos que podemos obtener son una gran razón de por qué muchas personas se declaran fanáticas de la comida. Es poco probable que todo sea de tu gusto, pero al mismo tiempo, es completamente inevitable que uno o más de alguno se terminen por convertir en tus favoritos. Para algunas personas, son las carnes y los asados lo que los mantienen levantándose durante las mañanas. Otros prefieren un menú más simple y liviano: con una ensalada mezclada con frutos secos son capaces de llegar a la satisfacción sin mayores problemas.
Aparte de todos ellos, está la categoría más brutal de fanáticos de la comida. Estoy hablando de quienes disfrutan con un tipo de alimento que a todas luces, debería ser algo horroroso y que nadie debería ser capaz de disfrutar. Para los que no disfrutan de ella, la comida picante puede ser un verdadero suplicio. Pero para los que la aprecian (y me incluyo dentro de ese grupo), puede ser la razón de por qué comer es algo mucho más importante que simplemente enviar nutrientes a nuestro estómago.
Todo estamos al tanto de los componentes tradicionales dentro de las dietas picantes. Los ajís, jalapeños y otros primos y hermanos de esa misma familia llevan tornando en un desastre las papilas gustativas de la humanidad desde hace siglos. Pero la cocina moderna nunca se ha tratado de atenerse a las tradiciones.
Variedades como la salsa picante de Sriracha, una mezcla de ajís y picantes con vinagre, ajo, sal e incluso un poco de azúcar, es una adición que la cocina tailandesa hizo al mundo, de la que no podemos estar lo suficientemente agradecidos. Variedades hay muchas, pero su carácter central es que consigue darnos un sabor agridulce, al mismo tiempo que hacernos sentir un picor muy particular.
Una marca en particular, Potli, decidió que era hora de llevar esta salsa al próximo nivel. Añadiendo a sus componentes una infusión en base a cannabis, consiguieron un tipo de salsa con un efecto muchísimo más potente. La ciencia detrás de su nuevo componente, reside en que el THC, el compuesto central de la cannabis, permite una absorción del picante más veloz, así como más intensa.
Si no quedó del todo claro, esta es una salsa que fue modificada para circunvalar nuestras defensas. Quedaremos a total merced de este picante. Como si el sabor dulce no fuera suficiente engaño.
