Por Teresa Donoso
8 April, 2016

¿Has estado haciendo una dieta muy restrictiva durante mucho tiempo? ¡Detente ahora mismo!

Creo que no hay nada peor que esforzarte al máximo y no ver los resultados que esperas. Una cosa es no esforzarse y saber que fue tu culpa y otra cosa completamente distinta es hacerlo todo bien y no obtener tu merecida recompensa. Eso es lo que nos pasa muchas veces con el ejercicio, cuando después de meses en el gimnasio, cientos de horas haciendo cardio y muchas ensaladas estás más delgado pero tu cuerpo sigue viéndose igual de ‘suave’.

Si estás en tu peso ideal, pero tu cuerpo sigue viéndose sin tono muscular o sigues teniendo más grasa corporal de la que te gustaría, puede que se deba a algunas de las decisiones que has tomado en el último tiempo.

1. Haces mucho cardio

Hacer cardio es bueno para el corazón y también para mejorar tu condición física. Sin embargo, si sólo haces de este tipo de ejercicio no lograrás conseguir un cuerpo tonificado. El tono muscular se consigue realizando ejercicios musculares. Adicionalmente, cuando tienes más musculatura el cuerpo gasta más energía por sí mismo y tiene una cantidad menor de grasa corporal. Intenta disminuir la cantidad de horas de cardio que haces a la semana y visita la sala de pesas de tu gimnasio.


2. No haces ejercicios para tonificar tus músculos

Como lo mencionábamos recién, sino realizas ejercicios para tonificar la musculatura, nunca lograrás tener unos abdominales marcados o unos brazos tonificados. Para que el músculo se vea más fuerte y marcado debes ejercitarlo.


3. Comes una cantidad adecuada de calorías pero consumes mucha comida basura

No todas las calorías son iguales. De hecho, más que preocuparte de forma minuciosa de las calorías ingeridas, deberías preocuparte de la calidad nutricional de los alimentos que consumes. Si gastas más de lo que comes no ganarás peso, pero tu composición física cambiará y tendrás más grasa que músculo.


4. No comes suficiente proteína

Para mantener una masa muscular apropiada debes consumir una buena dosis de proteína cada día. Cada una de tus comidas debería ir acompañada de algún alimento que contenga este importante componente (huevos al desayuno, legumbres al almuerzo y pescado o carnes magras a la cena). Muchas veces haces todo bien, pero comes demasiados carbohidratos y poca proteína.


5. Consumes muchos carbohidratos refinados

Cuando consumimos muchos carbohidratos refinados o ‘blancos’ nuestro cuerpo los convierte en azúcar para usarlos como energía de forma rápida. El problema es que no siempre utilizamos esta energía, lo que hace que nuestro cuerpo la almacene como grasa.


6. No estás comiendo una cantidad adecuada de grasas saludables

Contrario a lo que puedas pensar, el cuerpo SÍ necesita grasa, pero grasa buena. Con esto me refiero a los ácidos grasos esenciales que ayudan a a mantener la salud de nuestro sistema y que muchas veces también nos ayudan a sentirnos más satisfechos cuando comemos. Buenos ejemplos son: salmón, aguacate, aceite de oliva, frutos secos, linaza, entre otros.


7. Has estado haciendo una dieta muy restrictiva durante mucho tiempo

Si llevas mucho tiempo dándole a tu cuerpo menos calorías de las que necesita para poder funcionar, entonces tu cuerpo habrá comenzado a usar tu propia musculatura como combustible. Es por eso que cuando haces dietas muy restrictivas tu metabolismo se pone muy lento y, aunque te ves delgado, no tienes mayor tono muscular. En vez de eso, prefiere comer más, de forma saludable y añadir ejercicios musculares a tu rutina.

¿Has cometido alguno de estos errores? ¡Cuéntanos!

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