Se vienen las fiestas, mejor estar preparados.
Seamos honestos, a todos nos ha pasado. Se acerca la Navidad y prometes que comerás con moderación, sin embargo cuando llega el momento de cenar y comer cosas deliciosas tu cerebro decide que es hora de comérselo absolutamente todo. Muchas copas de vino, platos de postre y algunos dolores de estómago después, comenzamos a lamentarnos de todo lo que comimos.
Es frustrante sentir que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestras decisiones a la hora de comer y es por eso que creo que esta estrategia es la más efectiva a la hora de enfrentarnos a las cenas y celebraciones de fin de año.
Sólo tiene dos pasos y ninguno de ellos requiere que te olvides de comer tus platos favoritos.
1. Pregúntate cómo se siente tu cuerpo con cada comida
Si bien puede sonar aburrido, preguntarnos cómo se siente nuestro cuerpo con cada comida es muy interesante. Esta estrategia no sólo se aplica a la comida saludable, sino que también a la comida basura. Puede que ames las galletas y los helados, sin embargo, notas que cada vez que agregas chocolate extra te sientes más hinchada de lo normal luego de comer. O quizás te encantan las hamburguesas, pero si le pones extra queso notas que tu cuerpo lo rechaza inmediatamente. Es así que podrás escoger alimentos que podrás disfrutar realmente.
2. Utiliza la regla de ‘la primera mordida’
Como en estas fechas estamos rodeados de comida por todos lados es mucho más fácil comer por comer y olvidarnos de disfrutar. Cuando bebas o comas algo disfruta el momento. Siente como esa torta se deshace en tu boca, como el chocolate caliente te llena de sabor o como esas patatas que estás comiendo tienen la cantidad justa de sal y aderezos. Al concentrarte en disfrutar también podrás sentir el momento exacto en el que comiences a sentirte satisfecha. De esta forma, no te estarás privando de ninguna de tus comidas favoritas y, a la vez, estarás comiendo con moderación.
Estos métodos requieren práctica pero son de bastante ayuda a la hora de dominar a esa voz que tenemos dentro de nosotros que nos dice que no comamos nada o que nos comamos todo. De esta forma podrás volver a conectarte contigo mismo y dejar de ver la comida como un enemigo, porque claramente no lo es.
Permítete celebrar estas fiestas y sentirte libre. Confía en ti y en tu poder, no hay nada más fuerte que tú, ni siquiera la comida.