No quiero vivir en un mundo donde la publicidad me diga si estoy enfermo o no.
¿Alguna vez has pensado en lo extraño que es que las compañías farmacéuticas pueden anunciar algo que ni siquiera se puede comprar sin receta médica?
Siempre pensé que el proceso era: sentirse enfermo, ir al médico, explicar mis síntomas, obtener un diagnóstico por un profesional y, si es necesario, obtener una receta para un medicamento basado en lo que está mal conmigo.
Pero no, estos comerciales siempre terminan con la misma frase: “Pregúntele a su médico si nuestro producto es adecuado para usted.”
Esto no puede funcionar de esa forma, ¿o si?

Esta semana, la Asociación Médica de Estados Unidos (AMA) anunció que también piensa que hay algo extraño en esos anuncios.
“El voto de hoy en apoyo de una prohibición a la publicidad refleja la preocupación entre los médicos sobre el impacto negativo de las promociones impulsadas comercialmente, y el papel que juegan los costos de comercialización en el fomento de la escalada de precios de los medicamentos”
-Presidente electo de la AMA Patrice Harris-
Sólo hay dos países en el mundo que permiten a los fabricantes anunciar medicamentos recetados directos a los consumidores: Estados Unidos y Nueva Zelanda. Después de este anuncio, la AMA espera que ese número se reduzca a la mitad.
Los fabricantes de medicamentos gastan $ 4.5 mil millones de dólares en publicidad para los consumidores cada año, un 30% más que hace sólo dos años. Y $ 1.1 mil millones fueron gastados en 2014 por una sola empresa, Pfizer.

“La publicidad directa al consumidor también infla la demanda de nuevos y más caros medicamentos, incluso cuando estos pueden no ser apropiados”, dijo Patrice Harris. Y eso es lo que la resolución de la AMA espera abordar: el alto costo de los medicamentos.
Pero si las empresas no hacen publicidad, ¿cómo sabe la gente qué pedir?. Fácil, confiando en los médicos.
La razón de entrar en los consultorios médicos es para que diagnostiquen nuestros síntomas y sean tratados. Cuando vamos con un diagnóstico ya en mente y un medicamento con el que lo podemos tratar, estamos cambiando el punto de tener médicos.

Quiero vivir en un mundo donde puedo confiar en el médico, no tener que esperar un anuncio que me hable de una solución para un problema que no sabía que tenía. Yo quiero vivir en un mundo en el que no dependo del diagnóstico del marketing.
Sin embargo, en este caso de Estados Unidos, depende del Congreso para que las cosas cambien.
¿Tú de qué lado estás? ¿Esperas a que el médico te indique lo que puedes comprar para tus síntomas o te adelantas?