Cuenta con más de 2 millones de voluntarios que ayudan a los 130.000 usuarios con discapacidades visuales en sus actividades diarias.
En el mundo de las aplicaciones para smartphones cada vez hay una mayor variedad. Desde juegos a redes sociales, desde herramientas de estudio a herramientas trabajo, cada vez son más las apps diferentes que están disponibles para hacer más divertida y fácil la vida de las personas. Y los creadores de la app Be My Eyes, como Hans Jørgen Wiberg (quien padece una discapacidad visual), quisieron pensar en esta ocasión, en facilitarle sus días a las personas no videntes.
Debido a que su aplicación, funciona contactando a voluntarios con personas ciegas, quienes se comunican entre sí para los primeros ayudar a los segundos en sus quehaceres diarios en los que se necesite poder ver. Gracias a esta app, los voluntarios se terminan convirtiendo en los ojos de los no videntes.
Y su éxito se ha vuelto viral, ya que cuenta con más de 2 millones de voluntarios, quienes socorren a 130.000 usuarios con discapacidades visuales en sus actividades diarias. Las que van desde buscar artículos perdidos o que se han caído, a leer la etiqueta de productos del hogar e identificar su fecha de vencimiento.
Dado a la desigual proporción entre voluntarios y personas no videntes, la posibilidad de que los primeros reciban un llamado pidiendo ayuda, es mucho menos de que los segundos reciban una respuesta a su llamada, la cual tarda segundos. Lo que le da a esta aplicación, una característica tan importante como la de además ser súper veloz.
En la página de la aplicación, se han subido los casos de personas como Jennie, Riccardo, Brittney y Ricardo, siendo los dos primeros voluntarios y los dos últimos, personas no videntes. Quienes manifiestan su felicidad en ayudar y en cómo esta ayuda que han recibido les ha facilitado su diario vivir, respectivamente.
A continuación un video sobre la app que ayudará a conocerla más
(se recomienda activar los subtítulos en español)