Durante la adolescencia, sus compañeros en la escuela solían llamarla “pequeña gorda Ceri”.
En la adolescencia, Ceri Thompson recibía constantes comentarios violentos y ataques en la escuela por su cuerpo “macizo”. La llamaban pequeña gorda Ceri. A los 14 años comenzó a obsesionarse con hacer dieta estricta y el ejercicio. Su preocupación se volvió un trastorno alimenticio luego de terminar una relación infeliz.
Durante meses la chica de actualmente 24 años, pasó comiendo solo media lata de atún y lechuga durante el día e incluso robaba laxantes a sus cercanos en un extremo intento de mantener un bajo peso. De hecho, en un momento llegó a pesar 35 kilos. Su familia pensó que podría morir.
En una oportunidad, su abuelo angustiado le dijo que parecía una drogadicta. En ese momento decidió luchar contra la anorexia. Primero se enfocó en el boxeo, y luego en el fisicoculturismo. Comenzó en solitario y ganó confianza, sintiéndose más cómoda en el gimnasio. Incluso participó en un combate de boxeo en Londres.
Su esfuerzo y compromiso con el deporte la ha llevado a un estilo de vida mucho más saludable. “Ahora la gente me conoce como Ceri de gimnasio en lugar de Ceri anoréxica”, dijo la joven.
Por el momento, sigue entrenando pero se toma las cosas con calma y espera competir en culturismo el próximo año. “Cuando comparo mis fotografías con lo que parecía antes no puedo creerlo. No me di cuenta de que me veía así”, afirmó a Story Trender.