Por Constanza Suárez
27 September, 2018

Tyler Anson, de 23 años, no deja que su atrofia muscular espinal derrumbe sus aspiraciones. Pero sufrió un traumático episodio.

A sus 23 años, Tyler Anson sueña en grande y tiene la energía distintiva de la edad. Sin embargo, una rara afección se ha convertido en un gran obstáculo para desarrollar una vida como la de cualquier veinteañero.

No es capaz de moverse por sí mismo, no puede levantar nada que pese más de 85 gramos, su axila toca su cadera y su espina dorsal con sus costillas están totalmente dobladas, él se considera un “boomerang” por su figura.

A pesar de aquello, el joven de Nebraska lucha a diario para que su atrofia muscular espinal no derrumbe sus aspiraciones.

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El camino ha sido complejo, no solo por la enfermedad que se caracteriza por la pérdida de neuronas motoras y el desgaste muscular progresivo, sino por una traumática experiencia: Tyler estuvo muerto durante seis minutos.

“Fue una situación muy extraña, fuimos al hospital y dijeron ‘tienes muchas náuseas, hay un líquido negro en el estómago, vamos a tener que sacarlo’, y dije que sí. Mientras lo hacían, me desmayé, y me desperté 40 minutos después y la sala estaba llena de gente”, comenzó contando el joven al portal UNILAD.

Al día siguiente su tía le preguntó si le dolía el pecho y él respondió que sí. “¿Cómo lo sabes?”, preguntó. “Bueno, tuviste una reanimación cardiopulmonar”, respondió. Durante 6 minutos. Él no se dio cuenta de nada, pero tuvo visualizaciones extrañas y lo que le dijo su tía, le comenzó a hacer sentido.

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Tyler ha convertido esta situación traumática en un ejemplo muy fuerte de su capacidad de recuperación: “El hecho de que una persona de 30 kilos de 20 años soportó eso durante seis minutos y aún vive, creo que es un testimonio de cuán obstinadas pueden ser las personas con discapacidades. Qué tan resilientes son”, dijo.

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La mentalidad del joven se mantiene positiva todo el tiempo. “Si no puedo arreglarlo ¿por qué estar molesto por eso?”, reflexiona. De hecho, tras perder una apuesta con un amigo, terminó haciendo un show de comedia stand-up y disfrutó de cada segundo. “Honestamente me encantó. El hecho de que puedo tomar algo tan negativo y hacer reír a la gente al respecto”, comentó.

Lo desgarrador de la historia de Tyler, es que su condición degenerativa tiene cura, pero cuesta más de un millón de dólares.

Mira parte de la entrevista a Tyler:

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