Un mes de uso diario bastó para que las manchas del pequeño desaparecieran.
Cuando tienes alguna afección a la piel y visitas a un montón de médicos buscando una solución, pero por más que receten medicamentos y cremas no ves ningún cambio, es probable que empieces a buscar por tus propios medios otras formas para tratarlo. Algo similar ocurrió con Joy Evans, de 35 años, que hizo todo lo posible para curar el eczema en el cuerpo de su hijo, Finlay, que le apareció a sus 6 meses de vida y ahora a sus casi 2 años, aún se mantenía en el mismo estado.
Resulta que la preocupada madre visitó a cuanto doctor le recomendaron, probó cremas, tratamientos con esteroides y otros medicamentos que no hicieron ningún efecto más que disminuir el dinero de su familia. Sin embargo, ella estaba decidida a encontrar la solución.
No podía soportar que su hijo pasara cubierto con ropas y mantas para no rascarse las manchas que tanto le picaban.
Así que Joy, una madre que apoya la lactancia materna, decidió probar algo que leyó en línea: un jabón orgánico hecho de leche materna.
Revisó su congelador y encontró algunas bolsas con leche guardadas desde hace tiempo, y como probablemente no se las daría a su pequeño, las utilizó para hacer los jabones. Grande fue su sorpresa cuando un mes después de usarlo a diario, comenzó a ver los resultados.
Las manchas del niño se habían aclarado y ya no parecían molestarle como antes. “Estaba un poco escéptica cuando lo encontré, pero esperaba que funcionara”, dijo Joy a Metro. “Esperaba que al menos le quitara el borde o le hiciera sentir menos comezón e incomodidad. Esa era mi esperanza, solo para que estuviera más cómodo, pero superó todas mis expectativas“.
Fue tanto, que ahora continúa usándolo como tratamiento, e incluso planea mantener siempre un suministro a mano para tratar cualquier otra afección que su bebé pueda desarrollar. Y lo mejor de todo… es que es gratis. Sin embargo enfatiza en que la piel es algo muy personal, y lo que funciona para algunos, puede no funcionar para otros.