Porque es un trabajo bonito, pero no todo son ventajas
Trabajar en una guardería para perros es el trabajo soñado por algunos amantes de los animales. ¿Qué puede haber mejor que pasarse el día entero jugando con amigos peludos y que encima te paguen por ello? Pues no todo es tan bonito como parece. Bueno, reconozcámoslo: es un trabajo genial. Sin embargo tiene sus pequeños inconvenientes. Hoy te los vamos a enseñar porque traemos las XX cosas que nadie te cuenta sobre trabajar en una guardería para perros.
1. Pese a que tenga muchas ventajas sigue siendo un trabajo (y bastante agotador) así que considéralo como tal y no como una diversión.
2. Para ser sincero, gran parte del trabajo consiste en limpiar lo que ensucian los perros.
3. Y limpiar excremento es bastante estresante. Hay que ser rápido porque siempre hay alguno tratando de comérsela o restregarse en ella.
4. La parte más complicada es intentar sacarlos por las puertas sin generar una estampida.
5. El brazo te duele al final del día de tanto lanzar pelotas de tenis.
6. Te podrías hacer un abrigo con la cantidad de pelo que te llevas a tu casa pegado a la ropa después de cada día.
7. Y no puedes ir a ninguna parte después del trabajo sin pasar por casa a ducharte, porque hueles mucho a perro.
8. Si no te asignan para cuidar tu sala favorita, tu turno se va a hacer eterno.
9. La sala de los perros pequeños es siempre la más estresante porque saben que como son pequeños se pueden salir siempre con la suya.
10. Los perros también forman pandillas, así que a veces te sientes como en el instituto.
11. Cuando la gente trae perros que no están bien entrenados no es divertido, ni para ti ni para el perro.
12. Así que tienes que pasar muuuucho tiempo enseñándoles a comportarse para que puedan jugar respetando a los demás.
13. Siempre hay un perro “con ganas de roce” que anda intentando encaramarse encima de otros perros (o de ti).
14. Cuando se empiezan a poner demasiado ruidosos tienes que gritar “¿quién quiere dar un paseo?” para que se mantengan a ralla.
15. La gente manda a sus perros a la guardería con exigencias de comida de los más extravagante.
16. Hay dueños que se enfadan contigo si los perros están sucios cuando van a recogerlos.
17. Te pasas el día haciendo selfies con los perros de otra gente…
18. …y tu foto de fondo de pantalla es de un perro que no es tuyo.
19. Te mueres de ganas de llevarte a casa a algunos de los perros que cuidas durante el día…
20. …así que le guardas cierto rencor a los dueños cuando vienen a recogerlos por la tarde.
Teniendo todas estas cosas en cuenta, sigo pensando no me importaría trabajar en una guardería para perros. ¿Y a ti?