¿Quién no ha tenido un perro juguetón que le robara algún calzado, o comida de la mesa? A diferencia de los gatos, quienes al hurtar algo huyen y desaparecen fuera de nuestro alcance, los perros suelen ser torpes y divertidos al esconderse, parecen niños pequeños y creen que basta con cerrar los ojos y ¡ya está! ¡nadie los ve!. Algunos son sencillamente unos magos del camuflaje. Esto nos da la posibilidad de tomarles fotos como las que te traemos a continuación.