El dueño de Boston lo dejó atado con una cadena porque en su casa sufría maltrato. Ahora el animal está a salvo y esperando encontrar una nueva familia que lo quiera.
El pasado domingo 22 de noviembre, la cuenta de Twitter @mascotasdifunde sacudió la red social cuando compartió una fotografía de un perro abandonado sobre una banca en Ciudad de México. No sólo el animal estaba solo y triste, también llamó la atención una nota que dejaron junto a él.
“Hola por favor adóptame. Por favor te pido que adoptes a este perrito y lo cuides muy bien”, comenzaba la hoja escrita a mano.
Mascotas Difunde de inmediato envió un mensaje pidiendo ayuda y escribieron: “URGE RESGUARDO. Nos reportan perrito abandonado al sur de la ciudad. POR FAVOR, no podemos con otro caso, enviamos ubicación en privado”.
“El dejar aquí a mi perrito me duele mucho, pero tomé la decisión de dejarlo porque mis familiares lo maltrataban y siempre me dolía verlo en esas condiciones. Así que si lees esto y te tientas el corazón por favor adóptalo, cuida muy de él y si no por favor deja la nota en su lugar para que otros lo lean y adopten”, continuaba la nota que hizo el ex dueño del animal.
La imagen del perro conmovió a los usuarios de la red social y rápidamente comenzaron a comentar y viralizar el tuit para lograr ayudarlo. Afortunadamente la alerta llegó a la organización Mascotas Coyoacán, quienes llegaron a rescatar al animal y conseguir un nuevo hogar para él.
En una publicación en su cuenta de Facebook escribieron: “Nos reportaron a este perro abandonado en un camellón con una nota que pedía que lo adoptaran porque sufría maltrato. Fuimos cuanto antes a resguardarlo; estaba muy asustado y hubo que acercarse a cuidarlo. En un perro macho, muy joven. Ya está resguardado, vamos a necesitar apoyo para su pensión/hogar temporal, protocolo de salud y adoptante. ¡Boston, bienvenido a la manada de Mascotas Coyoacán!”.
Aunque lo pudieron sacar de la banca, lograrlo no fue fácil. El perro estaba amarrado con una cadena y el equipo debió pasar un lazo y cortar la cadena. “Pasarle el lazo fue una tarea muy difícil porque era imposible acercarse. Con mucha paciencia, mucho tiempo, muchas salchichas, mucha adrenalina y la ayuda invaluable de Manuel Rivera dirigiendo vía video llamada, finalmente lo conseguimos, y pudimos liberarlo”, contaron en Facebook.
La adaptación del animal ocurrió de forma más amigable: “Con paciencia, salchichas y amor, la fiera se transformó en este hermoso cachorro que se recargaba sobre mi cuerpo y sobre mi mano, sentado a mi lado”, escribió la organización.
El perrito ahora está esperando encontrar un nuevo hogar, con un nuevo nombre a cuestas. Ya no se llamará Max, como decía en la nota, porque recuerda a su vida pasada llena de maltrato, y ahora su nombre es Boston.
“De ahora en más, sólo amor en la vida de Boston. Necesitamos un hogar temporal y un hogar definitivo, con paciencia porque tiene mucho miedo, pero es un gran perro. Contacto por favor con Azul GA al 55 1844 5846 porque ya mis neuronas no responden y tengo que ocuparme de Nina”, sentenció la organización.