Apodado como “El Hachiko de Escocia”, este skye terrier es el can más famoso de Edimburgo por su historia de no haber abandonado a su dueño aunque éste ya no estuviera físicamente con él.
Si nos preguntan cuál es la mejor cualidad de un perrito, probablemente digamos que su entusiasmo, su alegría, su curiosidad, entre otras cosas, pero es casi seguro que al menos un buen grupo de personas mencionaríamos su lealtad.
Y es que la amistad que un can puede ofrecernos es única, y eso es algo que se puede observar en la vida cotidiana y hasta en la historia.
El caso de Hachikō es para muchos el más emblemático por haber esperado fielmente a su dueño en la estación de Shibuya en Tokio (Japón) entre la década de 1920 y 1930, incluso después de su fallecimiento hasta que ya no pudo seguir haciéndolo.
Y aunque este ejemplo de lealtad parezca único en la historia, han habido muchos más que enseñan lo mucho que significa para un perrito un amigo humano, y Bobby se encargó de demostrarlo.
La cuenta de TikTok ‘cosasdeviajeros‘ contó en un video la historia de este can de raza skye terrier y no ha tardado en ganar popularidad en la red social por lo conmovedora que es.
Esta se remonta al siglo XIX en Edimburgo (Escocia), cuando Bobby vivía con su dueño John Gray pero todo cambió en 1858 cuando el hombre falleció a causa de tuberculosis. Fue enterrado en el cementerio Greyfriars y eso es algo de lo que Bobby estaría consciente, ya que permaneció al lado de su tumba por 14 años.
Con el tiempo fue tan común para los visitantes encontrarlo en aquel sector al punto de otorgarle la ciudadanía, un logro único en aquel entonces porque una ley de 1867 ordenaba sacrificar a todos los perritos callejeros. Hasta el alcalde de la época decidió pagar su licencia con tal de salvar a Bobby.
El can mantuvo su costumbre hasta su último día de vida en 1872, falleciendo a sus 16 años de edad y fue enterrado en el mismo cementerio que John.
Y a pesar de que ha pasado mucho tiempo de aquellos días, la gente de Edimburgo ha mantenido a Bobby en sus corazones y cultura, ya que tanto ellos como los turistas suelen hacerle una visita al cementerio para dejarle juguetes y palos a su tumba. Mientras que en redes sociales suelen llamarlo “El Hachiko de Escocia”.