Héritier Mpo se rompió una pierna a mitad de viaje, pero no se detuvo hasta que la monita estuvo sana y salva en un santuario. Necesitamos más personas como él 💪🏻
Los bonobos como muchos otros animales son atacados por cazadores para secuestrarlos de su hábitat natural y luego ser vendidos como mascotas en el mercado negro, lo cual nos recuerda un mantra que hay que repetir incansablemente: nunca compren animales, solo adopten.
Esake es una de esos bonobos, la pequeña no es más que una bebé cuya madre fue asesinada por unos cazadores y luego la raptaron para venderla en el mercado negro.
Afortunadamente, alguien vio a la pequeña Esake viajando en una jaula en la parte trasera de una bicicleta y reportó la situación a la policía, quienes se la arrebataron a los cazadores.
Pero el futuro de Esake no mejoró simplemente porque un policía logró rescatarla y evitar que fuera vendida en el mercado negro, ya que tenía que llegar a un santuario donde pudiera vivir tranquila con gente preocupándose por su salud.
Fue ahí cuando intervino Héritier Mpo, miembro de la Bonobo Conservation Initiative (BCI), quien decidió hacerse cargo del traslado de Esake hasta el santuario.
Pero no era un viaje sencillo, porque viajar por el Congo -país donde rescataron a la monita- era caro y sobre todo, peligroso.
“El transporte es difícil y costoso en la República Democrática del Congo, y debemos llevar a Esake al santuario lo antes posible para garantizar su salud y seguridad. Los rescates de Bonobo también pueden ser peligrosos para los humanos involucrados”.
-BCI.
Y es que así como los cazadores atacaron una vez, perfectamente podían hacerlo de nuevo para recuperar al animal y volver a intentar venderlo.
Aunque el viaje fue complicado, Esake demostró desde el primer momento que sabía que Héritier estaba tratando de ayudarla porque no lograba despegarse de él, agradecida de que estuviera ayudándola.
Durante el viaje Héritier sufrió un accidente y se lastimó la pierna, pero logró evitar que Esake sufriera daño alguno.
“Esake ha tenido un par de semanas desgarradoras”. Aunque traumatizada y débil, Esake comenzó a recuperar algo de fuerza [y] floreció bajo el cuidado de Héritier. Ella comenzó a beber de una botella y comer fruta”.
-BCI.
Finalmente, Héritier llegó hasta el santuario que recibiría a Esake en Kinshasa donde crecerá libre, segura y como siempre debió ser.
Y aunque ya no tendrá a Héritier cerca de ella, es posible que nunca olvide completamente al hombre que le devolvió su libertad.