La organización My Lovely Horse Rescue, quienes le dieron una segunda oportunidad, sospechan que el equino había sido utilizado para carreras antes de ser abandonado.
Los caballos, al igual que la muchos animales, también son víctimas de maltratos propiciados por los humanos, algo que ocurre en diferentes partes del mundo. A lo largo de la historia han sido utilizados como medios de transporte, trabajo y competición, pero desafortunadamente, en algunos casos, son objeto de abuso y negligencia.
El maltrato puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de atención y cuidado básico, hasta el uso excesivo de fuerza física, la explotación en actividades peligrosas o la cría y tenencia irresponsable.
Hay quienes ven en estas majestuosos animales una fuente de dinero o negocio, por lo que cuando ya no les sirven, los abandonan. Sin embargo aún existe gente dispuesta a darles otra oportunidad de vida.
Este es el caso de un caballo en Irlanda llamado Woody, que tras colapsar y ser tirado a la calle, fue salvado por la organización ‘My Lovely Horse Rescue’. Gracias a esto mejoró su salud y fue adoptado, y recientemente participó en un concurso de salto junto a su nueva dueña, Orianna Wood, donde consiguió el segundo lugar.
Este había sido encontrado en una acera del condado Tipperary, en octubre del 2022.
Kelly Mellerick, voluntaria de asistencia de MLHR, recibió una llamada de la policía nacional de Irlanda. Luego de hacer varios contactos, encontró transporte para Woody y lo trasladaron a un establo. “Cuando la policía buscó ayuda, por supuesto que no dudamos. Fue una escena horrible y desgarradora”, dijo.
Comentó que la logística fue algo complicada: “Estábamos luchando porque estábamos en Cork, y Kildare también está muy lejos. Así que pudimos encontrar a alguien bastante cerca que estuviera dispuesto a llevarlo a su establo por la noche para que no tuviéramos que viajar muy lejos”.
“El veterinario le dio un esteroide para que pudieran ponerlo de pie y me mantuvo informada durante toda la noche. Estaba mucho más fuerte después de una noche de descanso, fuimos a buscarlo por la mañana y lo trajimos de regreso a Cork”, añadió.
Él estaba deshidratado, según el informe del veterinario, con bajo peso y sin tono muscular, por lo que concluyó que “colapsó por agotamiento”.
Mellerick dijo: “Si los guardias no hubieran venido y llamado al veterinario, fácilmente podría haber sido un caballo muerto“.
A través de su página de Facebook, el santuario animal informó el estado actual del equino, asegurando estar muy felices por su nueva familia y su recuperación: