Paso de no tener nada, a recibir cariño por montón.
Muchas veces el destino nos pone en el lugar preciso y en el momento indicado, solo con el fin de que podamos ayudar a alguien que lo necesita.
Así fue como Jenny Desmond encontró una pequeña perrita al costado del camino en Liberia, a lo lejos se podían ver sus precarias condiciones, pero al acercarse la sorpresa fue mucho mayor, no solo estaba desnutrida por la falta de alimento, sino que también se podían apreciar varias enfermedades que saltaban a la vista en su diminuto cuerpo. Al ver el interés de la rescatista, dos hombres acudieron rápidamente a ella y le ofrecieron al convaleciente animal a cambio de dinero, pero la astucia de Desmond no lo permitió.
Quizás lo que primero nos preguntamos es ¿qué hace tal criatura, sola en medio de la nada? o ¿dónde está su madre? Lamentablemente son preguntas que no siempre podremos responder. Muchas veces son los mismos dueños los que cruelmente los dejan a su suerte, intentado liberarse de ciertas responsabilidades que implica el cuidado de un animal.
Pero gracias a dios también existen muchas personas como Jenny Desmond, dispuestas a dar refugio y cuidados a estos pequeños indefensos que tanto lo necesitan.
Al encontrar al cachorro y ver lo serias de sus lesiones, tanto Jenny como los demás trabajadores del refugio creyeron que no sobreviviría, sin embargo, Desmond fue más optimista y convenció al resto de llevarlo al santuario que ella y su marido Jim administran.
En el Refugio Liberia Chimpanzee Rescue rescatan chimpancés del comercio de mascotas exóticas, y además trabajan para proteger a los orangutanes salvajes que permanecen en su hábitat natural en Liberia. A pesar del enfoque del santuario, Desmond ha rescatado todo tipo de especies, desde gallinas hasta saltamontes, según relatan los trabajadores del refugio.
Esta pequeña rescatada no fue la excepción, gracias al asombroso trabajo realizado por Jim quien afortunadamente es veterinaria, pudieron darle a tiempo un tratamiento a la pequeña cachorrita, la cual llamaron Snafu.
De a poco la diminuta Snafu, comenzó a tomar fuerza y a retomar la energía de un cachorro. Para protegerla de sus rascados, tuvieron que ponerle un cono en su pequeña cabeza, la cual la hacía parecer una lámpara con cuatro patas.
Durante su estadía en el santuario, Jenny, Jim y los cuidadores del lugar le entregaron todos los cuidados necesarios y mucho amor, pero ellos no fueron los únicos, ya que la sabiduría de la naturaleza hizo que los chimpancés, la acogieran y cuidaran como uno más de ellos.
Al pasar los meses Snafu se volvió fuerte y saludable, y Desmond se preocupó de conseguirle un maravilloso hogar permanente en Estados Unidos. En el siguiente video podrás ver el progreso de esta pequeña cachorrita, quien a pesar de haber estado al borde de la muerte, el destino le tenía algo mucho mejor preparado.
Una maravillosa historia de superación que refleja la vulnerabilidad de los animales, aquellos que no tiene voz para exigir sus derechos y que por esa misma razón muchos se creen con el derecho de pasarlos a llevar. Los invito a ser conscientes, a respetar y cuidar de otros seres vivos, quienes generalmente entregan mucho más de lo que necesitan.