Sólo así podían soportar vivir de la manera más cruel en la que podría vivir un perro.
Los perros cuando se encuentran en situaciones de estrés tienden a acompañarse unos a otros en esos malos momentos. Se convierten en los mejores amigos, inseparables. El anterior dueño de estos pit bulls en Washington, Estados Unidos, jamás les entregó amor ni compañía, así que entre ellos aprendieron a cuidarse y protegerse del mal que había fuera de ellos.
Chase, Haagen Dazs y Klondike terminaron por enfermarse pero fueron rescatados justo a tiempo. Su dueño fue acusado de crueldad animal, y los tres fueron llevados a un refugio.

Lisa LaFontaine, CEO de la Humane Society de Washington le dijo a medios locales que “a la edad de cuatro meses, Chase y sus dos hermanos habían sufrido más maltrato que cualquier animal en una vida entera. La crueldad animal en cualquier forma es inaceptable y no puede ser tolerada, y la gente en nuestra comunidad deberían luchar contra quienes cometan estos crímenes”.
Mediantes exámenes, veterinarios pudieron detemrinar que los tres cachorros tenían sarna, además de varias otras enfermedades. Chase era el que peor se encontraba: perdió su pelaje, su piel estaba infectada, estaba deshidratado y con anemia.



No estaban seguros de si sobreviviría.
Pero con un tratamiento intensivo, y varias transfusiones de sangre, Chase se mejoró e incluso podía pararse solo. Tras 12 días hospitalizado, estaba preparado para ser puesto en adopción y encontrarle una familia que pudiese lidiar con este difícil caso.



Durante dos meses lo cuidaron hasta que encontró una familia, al igual que sus hermanos. Aunque el camino por delante es largo, están junto a personas dispuestas a cuidarlos de todo mal y todo sufrimiento que se cruce en su camino.