Finalmente Yuki pudo respirar tranquila cuando llegó a los brazos de su familia adoptiva, y con sus langüetazos y jugueteos demostró su agradecimiento.
Una pequeñísima cachorra lloraba en medio de las calles de Lonavala, India, esperando que alguien la escuchara y socorriera. Una amable vecina llamada Manasvi Pawase le hizo caso al llamado de ayuda de la perrita y rápidamente fue a socorrerla.
Yuki, de tan solo tres semanas de vida, finalmente pudo descansar en paz en los brazos de Masavi. Al respecto la mujer dice: «Escuché a una cachorrita llorar afuera. Fui a ver y encontré a esta pequeña de tres semanas de edad y con el tamaño de un ratón justo en mi puerta«.

Además también agregó: «Definitivamente me derritió con su lindura e inmediatamente la abrigué con mi suéter«. Como ya estaba a salvo, la peludita pudo respirar tranquila y descansar en los brazos de su rescatista.
La mujer describe que Yuki estaba «encantada de finalmente conocer a un humano que le entregara el calor del amor«. Según Manasvi, se notaba que la pequeña había sido privada del cariño hacía mucho tiempo y necesitaba algo de contacto físico y alguien que pudiera criarla.

La mujer está involucrada en el grupo animalista Strays of Panvel, con quienes dejó a Yuki para asegurarse de que estuviera bien y cómoda. La cachorra rápidamente se adaptó al lugar y comenzó a jugar con los demás animales y humanos.
Pasadas unas semanas, Yuki fue adoptada por Melissa Rego, quien además ya tenía otro perrito que está encantado con su nueva hermana. La pequeña pasó de ser tímida y asustadiza a una perrita llena de vida y energía que busca siempre jugar

Ahora Yuki está aprendiendo a jugar con juguetes, a comportarse dentro del hogar y lo más importante, recibe el cariño y amor que tanto anhelaba. Según Manasvi: «Corre constantemente y juega con humanos, les pasa a lengua y les entrega amor«.
Ahora su rescatista detalla que está muy aliviada de ver lo bien que está la perrita: «Solamente estoy feliz de que haya encontrado el camino hacia mí«. Sino hubiese sido por su llanto pidiendo ayuda, Manasvi jamás la habría podido encontrar.

Definitivamente esta cachorra encontró su hogar indicado. Ahora sabe lo que es tener a alguien que cuide de ella y le entregue seguridad, algo que probablemente jamás tuvo.