“Diseñamos esta extraña escuela: sin salones, pero con espacios abiertos donde los vegetales crecen y los animales pueden entrar”.
Los diseñadores italianos Gabriele Capobianco, Edoardo Capuzzo Dolcetta, Jonathan Lazar y Davide Troiani tuvieron una idea brillante para acercar a los niños a la tierra. Diseñaron un proyecto llamado “Nursery Fields Forever” (Campos de Vivero por Siempre), en el cual los pequeños no sólo aprenden de energías renovables, sino que además aprenden a trabajar la tierra. Pensando en el futuro, los italianos creyeron fundamental e invaluable el hecho de que un niño pueda aprender a cultivar su propia comida.
El modelo que proponen está basado en tres enfoques: aprender de la naturaleza, aprender de la técnica y aprender de la práctica.
“Pensamos que los niños deberían disfrutar de la naturaleza. Así que diseñamos esta extraña escuela: sin salones pero con espacios abiertos donde los vegetales crecen y los animales pueden entrar. Es la mezcla de dos cosas, escuela y naturaleza”.
-Edoardo Capuzzo Dolcetta-
Naturaleza – Práctica – Técnica:
Para lograrlo, fusionaron la tecnología moderna (paneles solares y turbinas eólicas) con la agricultura.
Los diseñadores aseguran que la interacción con las animales y las plantas, es esencial para el desarrollo emocional, físico, social y cognitivo de los niños.
A través de estas actividades, ocurren varias cosas: los niños interactúan entre ellos y se hacen responsables de seres vivos (plantas y animales), lo cual es una gran misión. Además, aprenden cómo domesticar animales y establecen una relación de respeto con la naturaleza y las comunidades humanas.
El equipo de diseñadores ganó recientemente un premio por esta idea.
¿Qué pasaría si todas las escuelas fueran como ésta?