La encontró una noche corriendo en círculos a orillas de una calle muy transitada. Estaba asustada y confundida.
Jason Gasparik iba camino a su casa desde la casa de un amigo el pasado viernes cuando vio algo que lo hizo detenerse en medio del camino. Una perra, a quien luego llamó Roxy, estaba caminando en círculos en la orilla de una calle muy transitada. Estaba confundida y asustada, así que Gasparik se acercó con cuidado a ella, quien de todas maneras se rehusaba a dejarlo acercarse.
Unos minutos después otro coche se detuvo e incluso un oficial de policía llegó para ayudar a la labrador pero nada servía. Una hora después, Gasparik se dio cuenta que “si yo trotaba ella corría detrás mío. Era juguetona pero muy aprehensiva. Decidí correr hasta un estacionamiento que había cerca y ahí dimos unas vueltas hasta que se cansó, se echó y pude tomarla”, le dijo a The Dodo.
Así, pasó las próximas 24 horas en una veterinaria esperando alguna información sobre la familia de Roxy. La escanearon, y obtuvieron un número de ID pero no el nombre del dueño. Entonces se le ocurrió que él mismo debía buscar a sus dueños.
Ya en su casa escribió en Facebook un anuncio y pidió ayuda a voluntarios de refugios a encontrar a la familia de Roxy, quien de todas maneras parecía estar más preocupada de recibir cariño.
“La primera noche la llevé a mi casa e inmediatamente se subió a mi cama y me lamió la cara. Estaba emocionado pero era evidente que estaba confundida y asustada pero feliz de estar conmigo”.
A la mañana siguiente los dos salieron a la calle y se pararon en la vereda con un cartel donde se leía “¿conoce a este perro perdido?”.
“Me sentía muy tonto cuando recién salí porque además pensé que pensarían que estaba tratando de estafar a alguien”, pero Gasparik no se dio por vencido. Sonreía y hacia señas a la gente esperando que alguien reconociera a Roxy.
La gente comenzó a tomar fotos y compartirlas. El lunes siguiente debía viajar por trabajo así que el domingo salió nuevamente a la calle. “A las 12.30, de nuevo parado con mi cartel, recibí un mensaje de una señora diciendo que había encontrado al dueño de Roxy conduciendo a varios kilómetros de donde yo estaba, buscándola”.
Gasparik se contactó con Ed, el dueño de Roxy, quien llegó corriendo donde los dos. “Apenas nos acercamos a su camioneta y él gritó ‘Roxy girl’ se puso a mover la cola de lado a lado, estaba muy feliz”.
Por supuesto que Gasparik verificó los papeles de Ed antes de entregársela para asegurarse de que fuese su dueño. Menos mal existe gente tan buena como él, dispuestos a cuidar de un animal en problemas.