Se acaba de firmar un gran acuerdo para proteger al bosque, pero algunas de sus debilidades podrían poner en peligro a sus animales.
Recientemente se acaba de firmar un acuerdo en el que se preservará el 85% del Bosque del Gran Oso, o Great Bear Rainforest, en Canadá, el mayor –y uno de los últimos– bosque templado lluvioso del planeta y hogar de diversos cedros milenarios y animales como orcas, salmones, lobos grises, águilas y los característicos osos. Entre ellos destacan el oso pardo, el oso negro y el oso “spirit” o kermode, que en realidad es un oso negro que debido a una variación genética tiene el pelaje de color crema, y este es uno de los únicos lugares donde esta extraña subespecie puede encontrarse.
Tras 20 años de intensas negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la conservación de este lugar, al fin se ha firmado el documento que promete encontrar un equilibrio entre la preservación de este importante ecosistema y las actividades comerciales en la zona. Sin embargo, pese a las buenas noticias que un tratado como este puede traer, aún existen ciertos vacíos y debilidades que muchos están ignorando.

Es cierto que con este nuevo acuerdo se extenderá la protección de antiguos bosques dentro de la reserva llegando a un terreno protegido de 73,6 millones de acres –casi el tamaño de Bélgica– aumentando su protección desde un 50% a un 70%.
¿El problema? La tala de árboles aún se permitirá… aunque de forma limitada. La tala estará prohibida en un área adicional de 730.000 acres y se permitirá una cuota de tala anual de 2,5 millones de metros cúbicos. Dentro de las áreas donde se permitirá llevar a cabo estas actividades de tala, se encuentran algunos de los valles de bosques más diversos de la costa central donde también existe parte importante de “bosque maduro” o antiguo.

“Si la línea costera tiene un corazón, esos bosques de baja elevación lo serían“, señaló Ian McAllister activista, fotógrafo y fundador de Pacific Wild, refiriéndose a las áreas dentro del 15% del bosque que no estarán protegidas, donde se encuentran “los más grandes y mejores bosques”, y que estarán destinadas a la industria maderera.
¿Otro problema? Las actividades mineras, seguirán estando permitidas en el área. Y a esto hay que sumar una tercera debilidad: Creerías que ahora que un 85% del bosque templado estará protegido, también lo estarán los grandes mamíferos habitando allí ¿no? Pues te equivocas.
La caza de osos y otros animales sigue estando permitida en el área, lo que se suma a los posibles impactos que podrían tener la tala de árboles y minería.
“La caza deportiva –no sólo de osos pardos sino que de todos los grandes carnívoros– aún está permitida por la legislación provincial en el Bosque del Gran Oso, incluyendo la mayor parte de las nuevas áreas establecidas como protegidas“.
–Ian McAllister, quien ha vivido y trabajado en la zona las últimas 2 décadas–
Sin embargo, y pese a estas “debilidades” muchos activistas han aplaudido este acuerdo.

“El acuerdo del Bosque del Gran Oso es uno de los planes de conservación forestal más visionarios en la Tierra. Es un aproximamiento que fija un nuevo estándar legal y científico para mantener a los bosques saludables y mantener intactos los bosques maduros (más antiguos) que a su vez mantendrán millones de toneladas de carbono lejos de la atmósfera”
–Valerie Langer, Directora de Soluciones de ForestEthics–
“Al fin tenemos un sistema de manejo del bosque basado en la ciencia, que reconoce la importancia de mantener los bosques maduros en su lugar”
–Nicolas Mainville, de Greenpeace Canadá–