El cachorro Cazuza ya no puede moverse con la misma libertad y confianza que antes debido a su avanzada edad, por lo que sus dueños decidieron esforzarse para llevarlo junto a su camita a la arena y el mar una vez más. Las fotografías no mienten: el perrito se veía feliz y emocionado.
Uno de los procesos más inevitables y misteriosos de todos, es cómo los seres vivos vamos envejeciendo. No tiene mucho sentido el que vayamos perdiendo nuestras capacidades de movimiento, acumulando enfermedades y problemas motrices y viendo cómo nuestra piel se agrieta y pierde su vitalidad. Pero es una de las pocas realidades de las que no es posible escaparse. Acá es donde haber hecho amistades y construido una familia entra realmente en juego: cuando ya no podamos cuidar bien de nosotros mismos, serán ellos quienes nos asistan.
Esto no solo es real para las personas, sino que también para los animales.
Dado que viven con suerte una fracción de la totalidad de tiempo que las personas estamos en la tierra, las mascotas eventualmente envejecerán y pasarán a mejor vida, mientras que nosotros aún seguiremos por bastante tiempo más sin ellas. Es por esto que a todos nos corresponde darles cariño, asistencia y compañía a los animales cuando les toque llegar a la edad en que ya no podrán cuidar de sí mismos.
Eso era lo que tenían en mente los dueños y cuidadores de Cazuza, un cachorro que ya había superado con creces los diez años de edad.
Cuando era un cachorrito saltarín y enérgico, Cazuza adoraba ir con sus dueños a la playa en su hogar en Sao Paulo, Brasil. Pero su avanzada edad ha significado que apenas pueda hacer mucho más aparte de pasar sus días recostado en su camita.
Viendo que el cachorro entraba en sus últimos años, sus dueños decidieron llevarlo con ellos a la playa por una última vez.
Lo que hicieron para llevarlo a cabo no fue simplemente subirlo al coche y dejarlo suelto sobre la arena como lo hicieron alguna vez. Cazuza ahora requería mayores cuidados de parte de ellos, por lo que su familia tuvo mucho cuidado y lo llevaron sobre su camita.
El cachorro fue recostado sobre la arena, pudiendo observar el mar desde esa posición cómoda y considerada con su situación. También pudo oler el aire marino y calmar un poco sus dolores disfrutando una de una puesta de sol, siempre rodeado de sus seres queridos.
Esa es la manera correcta de cuidar a un cachorro anciano. En el instagram de Rafa Suzart se contó la bella historia de Cazuza, así como las de otros cachorros rescatados y que necesitan afecto.