La enfermedad seguirá atacando otras partes de su cuerpo, pero no estará sola.
El mundo que Margaux conocía hasta hace algunos meses ha dado un giro bastante inesperado. Esta simpática y sonriente perrita poodle perdió hace poco la vista y la audición debido a una extraña enfermedad que ataca a su sistema inmune. Sus dueños debieron asistir a varios especialistas cuando esta extraña condición comenzó a hacerse notar en su querida perrita.
De hecho en un principio pensaron que era la mordedura de una serpiente ya que lo notaron primero en una de sus patas.
Afortunadamente ya está mejor de su pata, pero la enfermedad atacó otras partes de su cuerpo como los ojos y orejas.
Pasó por períodos en los que estaba absolutamente normal, y luego de un instante a otro, la enfermedad la atacó dejándola sin visión ni audición.
Afortunadamente no solo sus dueños se encargan de cuidarla y darle amor, sus hermanos también.
A pesar de que a esta perrita tuvieron que removerle sus ojos, su familia no la ha dejado de lado ni un solo minuto.
De hecho sus hermanos toman turnos para pasearla, y parece ser que ella se siente más cómoda saliendo con su hermana que con su dueña o su dueño.
Esta tierna perrita no ha dejado de sonreír a pesar de sus condiciones, y eso la mantiene con tanta energía y vitalidad.
¿Qué te parece su historia?