Un buen hombre notó que el animal callejero estaba pasando mucho frío. Le dio una manta, le construyó una casa, lo que no se esperaba era los invitados que encontraría cuando fue a conocer a los cachorros. ❤️😍
Como diría el poeta Lord Byron ‘mientras más conozco a la gente más quiero a mi perro’ nunca había escuchado una frase tan acertada. La bondad animal en muchas ocasiones supera a la de los seres humanos, solemos ser desconfiados y en algunos momentos hasta desconsiderados, no hay nada más hermoso que cuando se da sin esperar nada a cambio.
Siempre hay momentos de adversidad, para un animal callejero el frío puede ser un verdadero desafío, mientras estamos en nuestros hogares tomando café, arropados y viendo una película, algunas criaturas luchan por su vida.
Un buen hombre camino a su casa, se detuvo al ver a una perrita callejera embarazada pasando bastante frío, de inmediato no pensó sino que actuó, a veces no basta con desear bien sino si está en nuestras posibilidades, ayudar.
Fue a sus casa por algunas cosas y construyó una bonita y pequeña casa que colocó junto a un edificio, le dio una manta también para el frío, todo parecía listo para la llegada de los cachorros. Días después… pasó para chequear como seguía la futura madre
Resulta que ya había dado a luz y no sólo eso… que ya tenía hasta invitados para su sorpresa
Se trataba de un gato gris callejero que también había dado a luz a cuatro gatitos en la misma diminuta vivienda. Al revisar, notó que ambas madres estaban muy bien y sus bebés totalmente sanos.
En lugar de odiarse unos a otros ocurrió todo lo contrario, la perra y la gata se apoyaron al afrontar el mismo problema: el frío. Cero egoísmo por parte de la mamá canina, que compartió su vivienda nueva que apenas estaba estrenando.
Un ejemplo de la nobleza de los perros, y que tal como podemos enseñarles mucho, también podemos aprender bastante de ellos.