Cuando Sacha Goldberger supo que Frederika, de 91 años, se sentía sola le propuso la idea para que se divirtiera. Y pese a que ella no estaba convencida al principio, terminó disfrutando de la experiencia.
Las familias son nuestro tesoro más valioso y por eso somos capaces de hacer de todo para cuidarla. Una de las personas favoritas para muchos son los abuelos, ya que suelen ser muy cariñosos, amables, divertidos e interesantes por todos sus consejos e historias que tienen por contarnos.
Además son como una especie de padres para nosotros, ya que también nos cuidan y consienten de vez en cuando. Y cuando crecemos nos encargamos de agradecerles por tanto con gestos y detalles valiosos.
Cuando el fotógrafo francés Sacha Goldberger encontró a su abuela Frederika, de origen húngaro y de 91 años en el 2010 en un estado de depresión y sintiéndose sola, no quedó indiferente y buscó una manera de ayudarla a combatir a esos ‘enemigos’.
¡Y qué mejor que ofrecerle una sesión de fotos!
De acuerdo a la información de My Modern Met, a Frederika no le agradaba mucho la idea de posar frente a una cámara, lo cual es entendible a causa de su depresión, pero aún así aceptó ya que su nieto tenía de las mejores intenciones con tal de animarla.
Y para hacerlo aún más especial y divertido, Mamika (como le decía Sacha de cariño) posó junto a su gallo llamado Bob y el resultado fue espectacular.
No se trata de simples retratos hogareños, sino que de imágenes donde se ve a Mamika y a Bob en situaciones interesantes, graciosas y curiosas como ella siendo la paciente del ave en una sesión terapéutica o siendo turistas.
¡La imaginación y creatividad simplemente fueron notables!
Además la calidad de las fotos le hacen justicia a la grandeza de Mamika, ya que como informa My Modern Met, ella tenía 20 años de edad cuando la Segunda Guerra Mundial estaba ocurriendo y su nieto Sacha contó al medio que “escondió a los judíos que conocía, llevándolos a diferentes lugares todos los días”.
Y tras sobrevivir al nazismo y comunismo, emigró desde su país natal Hungría hasta Francia para salvar su vida. Probablemente nunca pensó que muchos años después se convertiría en la musa favorita de su nieto.
No solo su historia es digna de ser admirada, ya que también su sentido del humor y sus bromas eran algo que Sacha apreciaba porque a pesar de haber tenido señales de depresión, no lo perdió.
La sesión de fotos de Mamika con Bob dieron la vuelta al mundo e incluso fueron impresas en un libro. Demostrando que nunca es tarde para desbloquear logros.
De este modo, la sesión de fotos fue un éxito y se convirtió en una tradición que fortaleció aún más el vínculo de Sacha y Mamika, hasta los últimos días de su vida.
Por medio de Instagram, Sacha informó el fallecimiento de su querida abuela a sus 102 años durante el 2021, dedicándole también un tierno mensaje.
“Una amiga mía me escribió muy amablemente esta mañana: ‘Así que querido Sacha, mientras pensemos en ella, seguirá viva. Y siempre lo pensaremos’. Y haría cualquier cosa para que la gente lo pensara a menudo“, dijo en la red social junto a una imagen de ella.