Sólo su cabeza seguía afuera pero no quedaba mucho tiempo.
Aunque se diga que los gatos tienen nueve vidas, nada realmente puede comprar que así sea. Y es que verlos caerse o sufrir algún rasguño, saliendo ilesos de brutales peleas callejeras no es prueba biológica suficiente para decir que de no ayudarlos, sobrevivirán por su cuenta de todas maneras. Por lo que si ven a un gato en problemas, mejor acérquense a darle una pata, pues la necesitarán tanto como cualquier persona o animal en problemas.
Este gatito, por ejemplo, terminó atrapado en el lodo. Nadie sabe cómo llegó ahí ni qué hacía, aunque no por nada es tan famoso el viejo dicho “la curiosidad mató al gato” (o al menos le quitó una de sus vidas).
Sin importarle la procedencia del gato, este hombre se apuró en tomar una gran rama cerca del estanque y se lo acercó al pequeño que maullaba desesperado por ayuda. No podía mover sus patas y sólo su cabeza seguía afuera, en cualquier momento podría haber ahogado por completo.
Una vez que logró sostenerse con sus garras de la rama, el hombre lo sacó del agua y lo comenzó a limpiar.
El antes gris y sucio gatito pasó a mostrar su rubio pelaje y su agradecimiento hacia estas personas que se dignaron a ayudarlo en vez de dejarlo morir ahogado.
Una vez limpio le dieron de comer cartílagos para que recuperar sus fuerzas y pudiese continuar su camino. A dónde sea que fuese.