Por Antonio Rosselot
12 August, 2020

Jamal Galves logró transformar su pasión de niño en su profesión, dedicándose desde los 11 años al rescate y cuidado de manatíes en su país. Su labor le valió el reconocimiento de la comunidad científica mundial y también de la prestigiosa revista National Geographic.

Cuando tenía sólo 11 años, Jamal Galves (Belice) se dio cuenta de que quería dedicar el resto de su vida a los manatíes. El chico jugaba en casa de sus abuelos y veía a los animales flotando en el agua, mientras los investigadores los seguían y marcaban para propósitos científicos.

AZA

Con el tiempo, Jamal logró hacer de su pasión una profesión: ahora es conocido como “el hombre manatí” y coordina un programa nacional de conservación y preservación de los manatíes locales, siendo uno de los principales defensores de esta especie a nivel centroamericano.

A la vez, es embajador y “explorador” de la prestigiosa revista National Geographic, que se interesó en su historia hace ya un tiempo.

My Beautiful Belize

Los manatíes son uno de los mamíferos marinos más amenazados del mundo, y todo por culpa de los seres humanos. En un comienzo eran cazados por los indígenas de la zona y, en tiempos más actuales, son constantemente impactados por barcos y lanchas que surcan su hábitat. Si bien los manatíes pueden escuchar los motores a lo lejos, son muy lentos para moverse a tiempo.

“Mucho de ello tiene que ver con el poco entendimiento y aprecio por los manatíes. No hay respeto por las zonas de poco oleaje ni razón para quejarse. Para mí, es una asunto pequeña que no da excusas para no bajar la velocidad”

Jamal Galves a The Dodo

The Dodo

Es en este tipo de situaciones cuando Jamal y su equipo entran en acción. Cada vez que hay un aviso de peligro, Jamal se pone manos a la obra y rescata al manatí afectado, que generalmente está deshidratado y al borde de la muerte.

Ahora sus condiciones de trabajo son algo más completas, pero en ese entonces, Jamal debía pedir prestado un bote y una camioneta para acarrear al animal y llevarlo a un centro de rehabilitación. Dándole botellas de leche importada, Jamal lo prepara para reintroducirlo al océano.

National Geographic

“El privilegio de hablar por aquellos que no pueden es algo que no me tomo a la ligera, y mi preocupación no se acaba con los manatíes. También me preocupa el abuso infantil y la pobreza. No soy ningún salvador, simplemente estoy tratando de hacer mi parte para dejar este mundo mejor de lo que lo encontré, especialmente para las nuevas generaciones”.

Jamal Galves vía Barefoot Services Belize

¡Una labor realmente emocionante!

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