La gata Houpette gozaba de buena salud y de buen aspecto al momento de ser encontrada. Según su dueña “debe haber sido acogida por una familia”, ya que no presentaba deshidratación.
Cuando una mascota se extravía puede significar una tragedia para cualquier persona, sobre todo si la ardua búsqueda comienza a tomar demasiado tiempo, como semanas, meses y hasta años. Pero así como existen esos hechos traumáticos, también hay milagros.
Un bombero de la población de Questembert, en Bretaña, Francia, perdió a su gata Houpette en el año 2013, cuando el animal tenía un año y medio. Según información de Actu Morbihan, la gata de color blanco había sido comprada por ella para su hija.
Fue así que el sujeto inició una campaña de búsqueda con carteles en distintos lugares de la ciudad y afiches virtuales en grupos de las redes sociales, pero la felina no apareció por ningún lugar y ya temían lo peor como familia.
El hombre, quien decidió no revelar su identidad, dijo que su hija sufrió mucho por la pérdida y que significó una “tragedia familiar“. Sin embargo, cuando menos se lo esperaban, recibieron una noticia que cambiaría sus vidas.
Un veterinario de Questembert les avisó, ocho años después, que la gatita había aparecido sana y salva vagando por la ciudad. Al parecer había sido adoptada por una familia temporal, ya que al momento que apareció gozaba de buena salud y de un buen aspecto.
Hay que recordar que cuando los animales se extravían deben sobrevivir por sí mismos a las eventualidades y situaciones que deben soportar estando en la calle, como conseguir alimento y lugares en donde dormir, por lo que cuando son encontrados suelen estar deshidratados y con su pelaje sucio.
Al momento de ser encontrada, la hija del bombero ya era mayor de edad ya que habían pasado 8 años. Según la joven, “ella estaba en muy buena forma. Debe haber sido acogida por una familia”.