No sabían que estaba embarazada, pero afortunadamente dio a luz a sus cuatro bebés hermosos y saludables.
Muchas veces los gatos callejeros no lo pasan bien. Deben enfrentarse a otros animales, soportar el frío y el hambre… y cuando se les quiere ayudar, desconfían de los humanos y generalmente huyen. Por eso si se quiere capturar a un gatito abandonado, lo primero y más esencial es ganar su confianza.
Puedes hacerlo alimentándolo y acariciándolo siempre que él se deje…
Al menos así le funcionó a Silvain de Montreal, Canadá cuando quiso rescatar a un gato blanco y negro que vagaba por un estacionamiento justo previo al frío invierno que estaba por llegar.
Si bien en un principio intentó tomarlo, el felino enseguida huyó y no lo volvió a ver durante un mes. Pero apenas lo vio de nuevo, actuó sigilosamente para que no se asustara y quisiera acercarse. Cuando descubrió que era amigable y que llevaba cerca de unos 2 o 3 meses abandonado, según le habían contado los trabajadores del edificio, quiso rescatarlo de allí.
Así que le tomó fotos y luego las publicó en distintas páginas de Facebook para ver si pertenecía a alguien, pero como nadie lo reclamó, Sylvain tuvo que buscar otro tipo de ayuda y contactó al grupo de rescate local, Chatons Orphelins Montréal, para que fueran por el felino, pero todos los voluntarios estaban ocupados en ese momento.
Sin más alternativas, el mismo Sylvain trabajó duro para atrapar al gato.
Lo visitaba todos los días para alimentarlo y tratar de ganar su confianza, así, con el paso del tiempo, pudo acercarse más a él. Pero cuando comenzó a hacer frío, supo que era momento de darle un hogar y un lugar seguro.
Así que, decidido a rescatarlo, alquiló una pequeña jaula y la puso en el estacionamiento con comida dentro, todo para que el gato cayera en la trampa. Y aunque tuvo que tener paciencia, después de algunos intentos funcionó, de acuerdo a lo que contó Sylvain a Love Meow.
Como no tenía a nadie que se lo recibiera, tuvo que cuidarlo en su propia casa, donde le dio comida y agua y además descubrió que no era gato, sino gatita y la llamó Tisha.
Ella se sintió segura rápidamente y se acomodó a su nuevo hogar, aunque era solo por un tiempo.
El siguiente fin de semana, su nuevo dueño temporal llevó a la gata a un veterinario para que la revisara… y se llevó una gran sorpresa: estaba embarazada.
Afortunadamente había sido rescatada a tiempo para tener sus crías en un ambiente seguro y abrigado, que finalmente fue en la casa de Stephanie, una voluntaria de rescate que le entregó toda la comodidad que podía necesitar para ese momento.
Tisha dio a luz a cuatro bebés hermosos y saludables luego de un parto que duró aproximadamente 12 horas pero que salió muy bien. “Los gatitos tienen tres semanas de edad ahora, son saludables, felices y muy juguetones. Tisha es una madre increíble que le da a sus bebés amor incondicional y mucha atención” dijo su nueva madre.