Otra especie a la que nuestro egoísmo ha dañado: el derretimiento de los hielos en las montañas les están quitando su capacidad para vivir en armonía.
El calentamiento global es una manifestación del egoísmo de las personas tan claro, que llega casi a ser poético. Las décadas que pasamos aumentando la rapidez y comodidad de nuestras vidas a costa de los recursos del planeta y el espacio que nos correspondía dentro de él, han terminado por causar cambios difíciles de detener. El nuevo mundo que está comenzando a surgir es uno donde no solo las personas verán su calidad de vida afectada, sino que todos los seres vivos se verán enfrentados a una nueva selección natural, causada por los contaminantes que nosotros hemos lanzado al planeta.
Se den cuenta o no, los animales ya están teniendo que re adaptarse a los ambientes en l9s que llevan siglos viviendo. Algunos lo están haciendo bien. Otros. se están enfrentando a cambios tan drásticos, que es posible que la extinción resulte más fuerte que sus capacidades para conservarse. Ya vimos a los koalas sufriendo por la pérdida de sus bosques tradicionales, ahora nos toca derramar un par de lágrimas por otras víctimas inocentes del calentamiento global: las cabras monteses.
Esté icónico animal de los Estados Unidos lleva una vida completamente unida y dependiente del espacio que habita. Las cabras deambulan por las altas montañas de ese país, saltando con agilidad entre las rocas y usando la nieve para regular sus temperaturas corporales.
Todo esto está en veremos: los derretimientos de las capas de nieve ha eliminado los espacios de los que las cabras dependían para refrescarse. El aumento de las temperaturas las está golpeando extra, creando condiciones que dificultan todos sus procesos. Desde alimentarse a encontrar pareja, las cabras están teniendo que tratar con dificultades extra. Ellas no tienen cómo saberlo, pero estos monos sin pelo que tanto gustan de fotografiárlas les han estado causando daños irreparables, de los que tampoco parecen estar haciéndose demasiado cargo.
PLOS ONE lanzó un estudio esta semana, en el que se representó el daño que las acciones de las personas le hemos causado a las cabras monteses. Animales de otros sectores similares, como los huemules de Latinoamérica, se han visto afectados de manera similar. Cuando en el pasado la amenaza eran los cazadores, hoy en día el problema está no en estar matando directamente a los animales más vulnerables, sino que a destruir el espacio y la manera en la que viven.
De alguna manera, estos nos parece aun más cruel que la manera anterior.