Sólo miren a Stormy… ¿cómo alguien podría abandonarlo?
La vida de Stormy era buena: tenía un hogar, estaba rodeado de niños, otros perros y algunos gatos y con todos disfrutaba de una buena relación. Él era cariñoso y amable, y también lo eran con él. No podía pedir nada más. Pero de un día a otro, las cosas cambiaron.
La familia, que tenía cuatro hijos, supo que tendría un quinto bebé. La mujer, entonces, dijo que era mucha carga: Stormy tenía que irse de la casa.

“Pasó toda su vida con una familia (…) Luego la mujer quedó embarazada, tuvo su quinto bebé y decidió que era demasiado”, dijo a The Dodo Alana Guerrini, voluntaria del Eleventh Hour Rescue, un refugio para animales en Brooklyn.
Según Alana, en los ojos de Stormy se podía ver el miedo y el desconsuelo que sentía. Al ver su cara, supo que debía ayudarlo.

La mujer solicitó al refugio llevar al perro con ella hasta que encontrara un hogar. Así, lo podría cuidar y darle todo el amor al que estaba acostumbrado. Aunque tardaron en darle la respuesta, finalmente fue positiva: Stormy podría ir con ella.

“Se subió al auto sin problemas. Mi hijo se había subido en el asiento del copiloto y Stormy se subió en su regazo (…) Quería sentarse en su regazo todo el tiempo, así que mi hijo tuvo que sentarse en el asiento trasero”, cuenta Alana.

Según la mujer, el único momento en que el cachorro se separaba de su hijo era para besarla. “Él solo quiere interactuar con la gente y ser amado”, dice.

Aunque ella, su hijo y Stormy se han vuelto casi inseparables, Alana continúa buscando un hogar para el perrito. No puede quedárselo pero se encargará de encontrar el mejor lugar para él. Según cuenta, es un perro adorable que merece amor y por lo mismo será exigente.