Por Diego Aspillaga
17 April, 2020

La cuarentena puede ser una maldición para la raza humana, pero la naturaleza ha aprovechado la crisis para recuperarse del impacto de la sociedad y reclamar los espacios que siempre fueron suyos.

El coronavirus ha causado problemas en el mundo entero. Alrededor de todo el planeta, miles de millones de personas han visto sus vidas interrumpidas y confinadas a 4 paredes después del explosivo brote de esta nueva enfermedad.

AP

Pero mientras los humanos sufren y no saben cuando podrán retomar sus vidas, la naturaleza y los animales han aprovechado esta pandemia para tomarse un respiro, sanar un poco del daño que la humanidad les ha hecho y recuperar su espacio.

Los ejemplos son varios. Desde toros que se salvaron de morir sacrificados luego de la cancelación de las corridas en España, a elefantes que recuperaron su libertad debido a la falta de turistas, pasando por miles de tortugas que volvieron a las playas a desovar luego de que sus principales depredadores -los humanos- desaparecieran; pareciera ser que la maldición del coronavirus es una bendición para el mundo salvaje. 

@_harikrishhnan_S

Así lo demuestra el caso de un grupo de lobos marinos que se “tomaron” un puerto en Argentina, aprovechando que los turistas que usualmente lo infectan no han sido vistos en semanas gracias al COVID-19.

El pueblo ya no tiene gente en las calles y hay muy pocos autos circulando, lo que hizo de esta “invasion” algo muy fácil. Ahora, estos animales pueden ser vistos acostados cómodamente mientras toman sol en el pavimento. 

@germanlagrasta

Así lo muestra un video publicado por Germán Lagastra en Twitter, donde muestra como los nuevos habitantes del pueblo se tomaron las calles. 

“Mira, ellos son los únicos que están acá, son los turistas que nos van a salvar, que van a cambiar el país”, dice mientras graba a los majestuosos animales postrados en las calles.

@germanlagrasta

Donde antes había ruido, movimiento y una infestación de turistas, ahora hay silencio animales y mucha paz. Es triste pensar que se necesitó una pandemia mundial para llegar a este punto.

Si bien el coronavirus ha causado miles de muertes, contagios y problemas, es difícil negar su impacto positivo en la naturaleza.

Esta ha aprovechado la pausa en nuestras vidas para reclamar lo que era suyo y recordarnos que no importa lo que pase, la vida y la naturaleza siempre encontrarán la forma de surgir, con o sin nosotros. 

 

 

 

 

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