Por Valentina Miranda
17 March, 2023

“Ella no era tocable en absoluto al principio. Pero cuando supo que estaba a salvo y una vez que le quitaron todas esas greñas, simplemente salió de su caparazón”, dijo su rescatista Suzette Hall a The Dodo.

Cuando una mujer conducía hacia la ruta de acceso de una autopista en el sur de California (EE.UU), una figura de color negro apareció a toda velocidad frente a su vehículo.

No pudo observar con claridad de quién se trataba salvo por un montón de pelo, pero en cuanto tuvo la oportunidad vio que no era un animal salvaje, sino que una pequeña perrita asustada.

Suzette Hall

Ante esto, la mujer se detuvo para verla pero escapó hacia el depósito de chatarra que quedaba cerca, y como la conductora no podía quedarse más tiempo llamó a la rescatista Suzette Hall para que la ayudara.

Si bien la canina no se veía por ningún lado cuando Suzette llegó, no tardó en hacer su aparición.

Suzette Hall

“Salió por la autopista y simplemente olía el suelo como si estuviera buscando comida. Pero no había nada de comida, así que volvía al depósito de chatarra y se escondía en algún lugar”, detalló la fundadora del refugio Logan’s Legacy a The Dodo.

Así que Suzette se las ingenió para atraerla con comida, esperó lejos ¡y la perrita volvió por sus golosinas!

“Cuando llegué allí, ella todavía estaba comiendo. Ni siquiera la desconcertó que había quedado atrapada. Así de hambrienta estaba”, contó al medio.

Suzette Hall

De este modo Suzette pudo llevarla en su jaula hasta el veterinario. En el camino trató de acariciarla, pero “fue lo más triste” porque estaba muy enmarañada, así que la sometieron a exámenes médicos y le cortaron el pelo. ¡Había quedado irreconocible!

Le puso el nombre de Raggedy Annie, y aunque al inicio se ponía a la defensiva, se mostró más tranquila tras su cambio.

Suzette Hall

“Ella no era tocable en absoluto al principio. Pero cuando supo que estaba a salvo y una vez que le quitaron todas esas greñas, simplemente salió de su caparazón. Estaba lista para comenzar su nueva vida”, comentó Suzette al sitio.

En cuanto Raggedy Annie recibió su certificado de buena salud, estaba lista para ir a un hogar de acogida pero antes revisaron si portaba algún microchip.

Suzette Hall

Como se había vuelto muy cariñosa, sospecharon que pudo haber tenido una familia anteriormente. Si bien no llevaba microchip, consultaron en foros si podía ser la mascota de alguien y nadie la reclamó, por lo que fue adoptada por una familia que cuida de ella hasta que encuentre su hogar definitivo.

“El adoptante dijo que ella es la perra más dulce. Ahora ella va a ser amada con seguridad”, dijo Suzette a The Dodo. Raggedy Annie ya abandonó su triste pasado, ahora goza el hermoso presente y espera un maravilloso futuro.

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