Por Alejandro Basulto
12 July, 2021

Anna Wan, de 38 años, asegura que no es una “señora loca de los gatos”, a pesar de que pasa todos sus días en Wokingham, Berkshire, con ellos.

Cuando hace tres años la británica Anna Wan, de 38 años y residente en Wokingham, Berkshire, decidió dejar su cargo en su puesto de relaciones públicas y gestión de eventos, en el cual contaba con una buena paga y posición privilegiada frente a muchos otros trabajadores, muchos pensaron que se debía a un motivo importante.

Por razones de salud, un asunto familiar o incluso, una oferta de empleo que fuera considerablemente mejor, pero ninguna de esas era la verdadera razón tras su renuncia. Debido a que esta mujer decidió dejar de trabajar en su oficina por su amor a los gatos.

Benri Palumbo Photography

A sus tres años empezó su pasión por estos felinos, edad en la que obtuvo a su primer minino, Tommy. Desde ese entonces, estos animales han pasado a ser la mejor compañía de Anna. Quien hace tres años optó por renunciar a su empleo y dedicarse a tiempo completo a cuidarlos. Fue así como encontró en la posibilidad de emprender con un servicio de cuidado de gatos.

Una oportunidad de pasar más tiempo con sus mininos y con otros más. De esa manera, el trabajo de esta mujer británica pasó a consistir en alimentar, divertir y vaciar las bandejas de arena de estas mascotas.

“Algunos pueden pensar que soy una loca por los gatos, no lo soy (…) Solo soy alguien que ama a los gatos y resulta que mi trabajo es cuidarlos (…) Quería un trabajo que fuera hacer algo que me encanta, trabajar para mí y que pueda encajar en mi vida (…) No creo en obligarlos a agradarles, por lo que pueden tomar algunas visitas para que se sientan bien conmigo y una vez que lo hacen, es la mejor sensación (…) Los gatos tradicionalmente no se llevan bien entre ellos, aman a los humanos pero no a los demás (…) Tiendo a recibir muchos ‘regalos’ de una variedad de animales fallecidos”

– dijo Anna Wan a Metro UK

Benri Palumbo Photography

Pasó de tener un gato, uno atigrado pelirrojo de ocho años al que llamó Garfield, a tener todos los días 20 mininos a su alrededor. Además de que en total 150 de estos felinos están a su cuidado. Algo que a ella en vez de significarle estrés o más trabajo, le ha encantado. Debido a que disfruta mucho conociendo las diferentes personalidades de sus amigos gatunos, asegurando ella que su forma de comportarse varía bastante según la raza. 

“Tengo una, Hera, a la que le gusta lucirse y me maullará hasta que la vea correr en el volante o rodar por el suelo (…) Casper es otro gato de pedigrí que cuido. Le encanta que le acaricie la cara, pero no puedo sentarme en el sofá, se enfada si lo hago. Tengo que sentarme en el suelo y él se acuesta en el sofá. Honestamente, estoy bajo el control de él (…) Todos son únicos, con sus propias personalidades y rasgos, y eso me encanta. Pueden cuidarse a sí mismos hasta cierto punto, pero luego eligen amarte (…) La mejor parte es sentarse con gatos. Mi presión arterial es muy baja por todos los abrazos de gatos”

– contó Anna Wan

Benri Palumbo Photography

Esta mujer de Berkshire, afortunadamente ha contado con el apoyo de sus familiares y amigos en su cambio de carrera. Lo que le ha ayudado a dar por confirmado que nunca va querer volver a su antiguo trabajo. Agradeciendo mucho la generosidad de los demás y de quienes la han recomendado para sus servicios. No quiere volver a tener nunca más un trabajo de tiempo completo en otro lugar que no sea en su casa y con sus gatos.

 

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