Con una gigantesca sonrisa la esperaba una amigable perrita, sentada y lista para dar vueltas por el vecindario.
Las autoridades de seguridad pública siempre han advertido sobre los riesgos de no cerrar bien las puertas. Lamentablemente siempre hay quienes se aprovechan del descuido ajeno, escabulléndose y violando toda privacidad. Si tienes suerte, puede que ese polizón sea un verdadero amor, como en este caso. Hablamos de una tierna peluda llamada Molly, quien fue sorprendida con las manos en la masa.
Michelle Hennessey la encontró al interior de su carro luego de dejar las puertas abiertas. Con una sonrisa enorme, la esperaba para dar un paseo. Fue una sorpresa que sacó carcajadas e hizo explotar su corazón de ternura.
La tierna historia comienza cuando Michelle alimentaba a sus loros, muy cerca del hogar de la perrita Molly. Sin preocupaciones, ella dejó las puertas del automóvil abiertas, mientras lavaba los platos del agua y arreglaba todo para sus aves.
Pensó que no había nadie en la propiedad, pero se equivocaba…
Una vez terminada su rutina de alimentación, subió al coche y estaba lista para arrancarlo. De un segundo a otro, recordó haber dejado un contenedor de césped tirado. Salió del auto para recogerlo y, cuando abrió la puerta trasera para guardarlo, encontró a la alegre intrusa.
En silencio y con la culpa de haber sido descubierta, estaba la bella Molly en el asiento trasero.
La forma en que me miró y movió la cola fue muy graciosa. [Ella] a veces viene corriendo a saludar cuando me escucha hablando con mis loros. Ella debe haber visto la puerta abierta y decidió que quería ir a dar una vuelta “.
–dijo Michelle al medio The Dodo–
Pero no es la primera vez que sorprenden a Molly, de hecho Hennessey ya sabía de la vieja costumbre de la perrita. “Parece que le agrado mucho y se ha subido a mi coche varias veces. Ella siempre pide que le froten el vientre cuando me ve”, dice la mujer.