Kylee Donkers sabía que el tiempo valía oro y no dudó en meterse al agua para sacar pronto al animal.
Cuando vemos que alguien está en peligro, es importante no quedarnos de brazos cruzados para poder ayudar. Si bien todo depende del caso, lo ideal es que hagamos nuestro aporte como mejor podamos, ya que por muy pequeño que sea, puede hacer la diferencia.
Cuando una mujer llamada Chris caminaba por Cobram East en Australia, notó a lo lejos una figura grande y de color gis tratando de flotar en un canal revestido de plástico, por lo que se acercó para saber qué era exactamente.
En cuanto lo miró más de cerca pudo notar que se trataba de un canguro y de inmediato llamó al Refugio de Vida Silvestre Dutch Thunder para pedir ayuda en rescatarlo y el equipo no tardó en ponerse en marcha.
Una vez que llegaron al punto se colocaron en la orilla, con una garrocha y una red intentaron moverlo pero no lo lograron.
El tiempo era oro, así que no quedó más opción que entrar al agua helada. Kylee Donkers fue la rescatista que aceptó el desafío, por lo que saltó al canal y fue directamente hacia el canguro que se estaba congelando.
“Estaba angustiado y débil, así que entré. Estaba asustado pero feliz por la ayuda“, detalló Kylee a The Dodo.
Kylee se acercó con cuidado al canguro, y una vez que estuvo con él lo guió hasta una escalera, donde lo esperaba otro rescatista que iba ayudarlo a salir con una garrocha.
Afortunadamente la misión de rescate fue un éxito, y gracias a la acción rápida el canguro estaba de regreso en tierra firme, donde lo sedaron de manera responsable y lo abrigaron en el refugio con una manta para salvarlo de la hipotermia.
Temían por lo que le pudiera pasar, ya que los animales que quedan atrapados en estos canales no siempre tienen finales felices, pero por suerte bastó con un par de horas para que se recuperara por completo y estuviera listo para volver a su hábitat.