La perrita Jolene pasaba sus días junto a Aaron, de Estados Unidos, por lo que cuando la robaron junto al coche de su dueño, creyó que la vida como la conocía, llegaba a su fin. Fue gracias a la acción de rescatistas que su infortunio quedó solo en un susto.
Para algunas personas, sus mascotas son mucho más que el animal que vive en la casa con ellos. Ya los consideran parte de su familia, unos peludos compañeros de vida que van mucho más allá de alguien con quien jugar luego de un atareado día de trabajo. Para Aaron Morris, de North Carolina, Estados Unidos, esto era tan así, que su perrita Jolene ya estaba categorizada como una mascota de apoyo emocional.
Esta información es importante para tomarle el peso al calvario por el que tuvieron que pasar juntos.
Una mañana, en que Aaron se subió a su coche para ir a comprar a la tienda un par de cosas que le faltaban, dejó a su perrita en el coche. Calculando que no se demoraría más de cinco minutos, dio por hecho que no pasaría nada. Lo que no sabía es que lo llevaban siguiendo hace días, aprendiéndose su rutina, cosa de conseguir llevar a cabo el robo de sus cosas.
Al volver de la tienda, Aaron descubrió que su coche ya no estaba en el estacionamiento.
Esto lo alarmó de sobremanera, no solo porque ya no tenía su método de transporte, sino que dentro del coche había dejado su teléfono, llaves y lo más importante de todo, a su querida perrita Jolene. Logrando ponerse en contacto con su hermana, Aaron le informó de lo sucedido y entre ambos llamaron a las autoridades.
Fueron 24 horas de angustia, en las que Aaron se imaginó lo peor con respecto a su querida Jolene.
Mientras él llenaba formularios en la estación de policía, en el refugio cercano de Morristown Hamblen Humane Society, los encargados recibían un perrito mezclado. Dejado ahí por alguien anónimo, la perrita tenía un collar que decía “Jolene”, así como un número de teléfono. Llamaron, pero nadie les respondió, claramente porque el teléfono de Aaron ya no estaba con él.
Este era mi ángel de la guarda. Mi mejor amigo. Le conté todo. Hicimos todo juntos. Te tengo. Y nunca te dejaré ir
–Aaron Morris por su Facebook–
Fue gracias a publicar en redes sociales que dueño y perrita pudieron reencontrarse. La hermana de Aaron grabó el tierno momento en que ambos se reúnen. Sin pensárselo dos veces, Jolene se lanza a los brazos de su dueño, pidiéndolo que la tome en brazos. Él la carga con felicidad, dichoso de no haber tenido que pasar más de un día sin su querida perrita a su lado.
A pesar de que le robó su coche, Aaron reconoce que el ladrón tenía algo de corazón: haber devuelto a su perrita fue por lo menos algo considerado hacia quien acababa de ser su víctima.