Las dos viven en un refugio en Indonesia y ambas son huérfanas por culpa de cazadores furtivos.
La caza furtiva de orangutanes ha hecho que muchos ejemplares, sobre todo las crías, pierdan a sus familias y sean vendidos en el comercio negro. Para robar a los pequeños, que son mucho más apetecidos, deben matar a las madres, provocando que queden huérfanos y no tengan un modelo a seguir para la vida adulta.
Anggun es una bebé orangután que fue rescatada a principios de este año, vivía como mascota y era la única mona del lugar, por lo que nadie podía enseñarle algunas lecciones valiosas para más adelante.
En estado salvaje, los orangutanes viven bajo el alero de sus madres hasta aproximadamente los 6 años de edad, pero como la madre de Anggun falleció protegiéndola, quedó completamente huérfana.
Cuando llegó al refugio los cuidadores se encargaron de acompañarla todo el día y de ser amorosos con ella, pero anhelaba tener a alguien de su especie, señalan personas de International Animal Rescue en Indonesia.
Por eso, le presentaron a Monti, una hembra adulta que perdió a su madre hace 9 años y que comprende muy bien la situación de Anggun. Creyeron que Monti podría ser madre adoptiva de la pequeña y no se equivocaron.
Ahora las dos son inseparables y las cosas salieron mejor de lo esperado, “ver a las dos juntas nos llena de esperanza para su futuro “, dijo Lis Key, de International Animal Rescue a The Dodo, “Monti es una orangután excepcionalmente brillante y valiente, y una candidata para ser liberada de nuevo en el bosque algún día. Si ella puede tomar a Anggun, el bebé puede aprender de ella y beneficiarse de su cuidado y protección”, agregó.
Así como Monti es candidata para ser liberada, si Anggun aprende de ella, también puede optar a tener una vida salvaje alejada de los humanos.
“El tiempo dirá si la relación entre las dos es tal que pueden emprender ese viaje de regreso al bosque juntas”, dijo Key. “¡Ciertamente esperamos que ese sea el caso!”