Abby, una can de entre 10 y 12 años, estaba muy delgada, enferma y con el cuerpo casi completamente calvo. Tras ser rescatada, sus peores días quedaron atrás. «Lo hizo increíble», dijeron los voluntarios.
Los perritos callejeros deben pasar por muchas dificultades y situaciones complejas en las que sus vidas corren peligro. Y es que la hostilidad de las calles, con sus enfermedades y peligros, significa una jungla para cualquier can que quede abandonado a su suerte.
Uno de estos casos es el de Abby, una perrita de entre 10 y 12 años que fue recogida en pésimas condiciones. Según informó The Dodo, los rescatistas de la Sociedad Protectora de Animales del Noroeste de Luisiana, en Estados Unidos, nunca antes se habían encontrado con un animal en ese estado.

Abby fue encontrada en la calle sobreviviendo a duras penas. Estaba muy delgada, desnutrida, enferma y estaba obligada a comer basura para vivir. Eso le trajo muchos problemas de salud, ya que las enfermedades de las que se contagió la dejaron casi completamente calva.

Cuando los socorristas la sacaron de la vía pública, y fue llevada con los veterinarios, se percataron que tenía graves infecciones en sus oídos y también en la piel. Además de eso, tenía fracturas en una de sus patas y otro tipo de heridas en su cuerpo.

Como tuvo que pasar muchos años en la calle, ninguna de estas dolencias había sido tratada, por lo que se habían agravado mucho. Para que no se siguieran complicando al punto de poner en riesgo su vida, los veterinarios se pusieron manos a la obra.
Sarrah Walton, quien es miembro de la institución que rescató a Abby, comentó que se centraron los esfuerzos en detener sus infecciones. «Tuvimos que darle champús y medicamentos diarios para eliminar las infecciones de la piel y tratar las infecciones del oído«, explicó.

Aunque parecía un trabajo muy complicado, finalmente el tratamiento dio frutos. Luego de una cirugía, la perrita comenzó a recuperarse favorablemente.
Tras un par de meses de recuperación Abby lucía irreconocible. «Lo hizo increíble. Es valiente y atrevida. Ella es la abeja reina de nuestros perritos y vive para acurrucarse y amar a los voluntarios«, comentó Sarrah.

Aún faltan unos cuantos tratamientos más y esta can estará lista para ser adoptada y encontrar a su familia definitiva.