Lila es una canina de Santiago de Chile, cuya antigua familia prefirió dejarla a su suerte antes de antender su enfermedad neurológica. La peluda se encuentra recibiendo tratamiento.
Decidir tener una mascota es una situación muy seria, porque se trata de un ser vivo del cual se tendrá que ser responsable permanentemente. Es por ello que tener un perro, por ejemplo, es comparable con criar a un hijo porque demanda una responsabilidad muy grande.
Esto significa tener un compromiso de por vida con el animal, al que se le debe cuidar y atender como corresponde, porque ellos merecen tener una vida de calidad. Sin embargo, no todos entienden esto y se toman a la ligera la tenencia de una mascota, por lo que en ocasiones el peludo puede terminar en estado de abandono.

Así le ocurrió lamentablemente a Lila, una canina adulta cuya familia la dejó tirada luego de 10 años con ella. No se quisieron hacer más cargo de la perrita porque sufre de problemas de salud, principalmente neurológicos, por lo cual creyeron que lo más fácil era dejarla y marcharse.
Esto ocurrió en Santiago de Chile, donde por fortuna la peluda fue acogida por la organización Fundación Huellas Unidas, que la cuidado desde entonces. «Lila nos ha afectado muchísimo emocionalmente, su ex dueña la abandonó porque la tenía ‘aburrida’, y jamás la cuidaron como lo merecía«, escribió la agrupación en una publicación en su cuenta en Instagram.

«Su estado neurológico ha avanzado, además está un poco cieguita por lo cual choca con las cosas, lo hemos dado todo por ella», agregó.

No es una situación sencilla pero la buena noticia es que una familia se interesó en acoger a esta peluda, sin importar sus condiciones de salud. «Esperamos en estos días responda bien a su tratamiento para que pueda disfrutar un poquito más de su nueva familia«, afirmó la fundación.
